El Camp de Tarragona dice 'no' a la nueva línea de alta tensión que dejará 91 torres metálicas en el territorio

La infraestructura que se proyecta sobre diversos municipios del Baix Camp y el Tarragonès recorrerá 30 kilómetros y también instalará 6 aerogeneradores

03 de diciembre de 2025 a las 19:02h
Actualizado: 03 de diciembre de 2025 a las 19:47h

El debate territorial sobre los macroproyectos energéticos privados ha vuelto a estallar en el Parlament. Esquerra Republicana ha elevado el tono y ha llevado a la cámara el malestar creciente de varios municipios afectados por las líneas de Muy Alta Tensión (MAT) y nuevos parques renovables impulsados por empresas privadas.

Durante la sesión de control de este miércoles, el portavoz adjunto de ERC, Jordi Albert, ha interpelado directamente a la consellera de Transición Energética, Sílvia Paneque, exigiendo la paralización inmediata de la línea de evacuación eléctrica prevista en el Baix Camp y Tarragonès.

Según ha denunciado, la infraestructura consta de casi 30 kilómetros y 91 torres metálicas que atravesarían municipios como Vinyols i els Arcs, Riudoms, Mont-roig del Camp, Cambrils, Vila-seca, la Canonja, Constantí o Reus, además de incluir 6 aerogeneradores situados entre Montbrió del Camp y Riudecanyes.

Albert ha reclamado que el Govern “escuche el territorio y cumpla la palabra dada”, recordando que el proyecto LUPUS, como otras MAT privadas, responde a “lógicas especulativas que ponen en riesgo el paisaje, la actividad económica y la cohesión territorial”.

Los republicanos ya consiguieron que el PSC asumiera, en el acuerdo de investidura, la paralización de varias líneas similares en todo el país, como la Cinca Baixa–Pierola–Rubí, Valmuel–Begues o Laluenga–Isona. En aquel pacto, el Govern de Salvador Illa se comprometía a desplegar energías renovables a través de un modelo “distribuido, democrático, participado y socialmente cohesionado”, priorizando el autoconsumo y los proyectos de proximidad.

Por ello, Albert ha advertido que el ejecutivo está obligado a oponerse a todas aquellas infraestructuras que contradigan este modelo, y ha remarcado que el proyecto LUPUS “no tiene encaje en la transición justa y territorializada que necesita Cataluña”.

La tensión política sobre el futuro de las MAT vuelve así al centro del debate energético catalán, con el territorio en alerta y ERC exigiendo que el Govern haga efectivos los compromisos adquiridos.