La madrugada del lunes, cuando faltaban diez minutos para las dos en punto, los Mossos d'Esquadra dieron indicaciones de detenerse a un coche que se saltó un semáforo en rojo a gran velocidad delante de una patrulla, en la avenida de la Diputación de Cambrils, en el Baix Camp.
Lejos de detenerse, el vehículo inició una huida frenética a través de varias calles, saltándose todos los semáforos, los límites de velocidad y cualquier tipo de prudencia al volante. De esta manera recorrieron los más de tres kilómetros que les separaban de la plaza Venus, ya en Salou (Tarragonès), donde pudieron ser interceptados por dos dotaciones de Mossos.
Cuando el vehículo se vio obligado a detenerse, el conductor insultó y amenazó a los policías, que desde un primer momento sospecharon que iba bebido. Con la ayuda de la Policía local de Cambrils le practicaron la prueba de alcoholemia que resultó positiva con un índice de 0,9 mg/l, casi cuatro veces el máximo autorizado.
En el vehículo infractor viajaban dos chicos más, de 23 y 25 años que, como el conductor, quedaron detenidos por desobediencia grave al enfrentarse violentamente a los agentes. El conductor ha pasado esta mañana a disposición judicial, por un presunto delito de conducción temeraria y otro de desobediencia grave, mientras que los dos pasajeros han quedado en libertad provisional con la obligación de comparecer ante el juzgado cuando se les pida.