Vilanova retira la mayoría de contenedores soterrados por el alto coste y las averías

Solo quedarán 9 puntos en funcionamiento, allí donde no es viable la recogida en superficie

01 de octubre de 2025 a las 17:02h
Actualizado: 01 de octubre de 2025 a las 17:02h

El Ayuntamiento de Vilanova i la Geltrú ha iniciado un proceso para desmantelar buena parte de los contenedores soterrados de rechazo y orgánica instalados en la ciudad a principios de los años 2000. Después de más de dos décadas en funcionamiento, el consistorio considera que este sistema, que en su momento se impulsó para reducir el impacto visual en la vía pública, se ha convertido en una infraestructura envejecida, cara y con muchas limitaciones técnicas.

Según el concejal de Servicios Urbanos, Gerard Llobet, “el paso del tiempo ha evidenciado que este modelo no es suficientemente eficiente y resulta demasiado costoso de mantener”. Por este motivo, se anularán una veintena de los puntos que aún funcionan y solo se conservarán nueve, ubicados en lugares donde no es factible instalar contenedores de superficie, como en la calle Llançà con la Habana. Actualmente hay 62 buzones activos, mientras que 64 ya se han retirado.

Durante los años de despliegue del sistema, en Vilanova se habían llegado a construir 64 islas de contenedores soterrados, aunque no todas se llegaron a poner en marcha. En los últimos tiempos, había en servicio una treintena.

Problemas de mantenimiento

El principal escollo se encuentra en los contenedores de rechazo y orgánica, que utilizan un mecanismo hidráulico para ser levantados y que a menudo sufren averías. A esto se añade la corrosión de las estructuras metálicas por el efecto de los gases de los residuos y la necesidad de repintar y reparar los buzones con frecuencia. Los costes de mantenimiento, según los servicios técnicos municipales, son muy elevados en comparación con otros sistemas de recogida.

En cambio, los contenedores soterrados destinados a la recogida selectiva de vidrio, cartón o envases —que funcionan con un sistema de doble gancho y pueden llegar hasta los 3.000 litros de capacidad— presentan menos problemas y se mantendrán en algunos puntos concretos siempre que no tengan deficiencias estructurales.

Hacia contenedores de superficie

La solución provisional que ha puesto en marcha el Ayuntamiento consiste en clausurar los buzones soterrados, tapar las aberturas y sustituirlas por contenedores exteriores de 1.100 litros para rechazo y orgánica. Estos nuevos modelos son más versátiles y fáciles de mantener, según el consistorio.

Esta medida se aplica mientras se espera la adjudicación del nuevo contrato de recogida de basuras y limpieza viaria, que está en fase de licitación y que entrará en vigor previsiblemente a principios de 2026. La nueva empresa concesionaria deberá asumir la renovación de todo el parque de contenedores de la ciudad, incluidos los que hasta ahora formaban parte del sistema soterrado.

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Adrià Torres
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