El municipio de Mediona sigue conmocionado después de la muerte de un padre y un hijo, de 47 y 10 años, arrastrados el domingo por la crecida repentina de la riera de Mediona. Según el alcalde, varios vecinos habían avisado al hombre del peligro que suponía cruzar el torrente, pero aún así decidió avanzar por el puente habilitado en la zona de la urbanización Monterrei Parc.
“No debemos pensar que somos inmortales, porque la naturaleza tiene su camino y ella puede con nosotros”, ha afirmado el alcalde, Servand Casas, en el minuto de silencio convocado este martes. El concejal ha reconocido que entre el vecindario hay una sensación de “frustración” por el hecho de que el hombre hubiera sido advertido previamente. Según ha explicado, la magnitud de la crecida fue tan grande que el agua se desbordó y arrastró el vehículo con los dos ocupantes.
Los Mossos d’Esquadra confirmaron el lunes que el segundo cuerpo encontrado en Sant Quintí de Mediona correspondía al del padre. El del menor se había localizado la noche anterior en Sant Pere de Riudebitlles, después de un operativo de búsqueda con helicóptero, unidades subacuáticas y más de un centenar de efectivos.
Desde la Generalitat, la consejera de Interior, Núria Parlon, ha defendido la actuación del fin de semana. “No había mejor manera de informar en este caso”, ha asegurado, en referencia a la activación del plan Inuncat. Ha reconocido, pero, que hay “mucha confusión” sobre las alertas en los móviles y ha insistido en que sólo se activan en situaciones de emergencia. Parlon ha remarcado que los temporales son cada vez “más violentos e inestables” y “más difíciles de predecir”, hecho que obliga a poner énfasis en la responsabilidad ciudadana: “Ahora lo que necesitamos es que se entienda que hay riesgos reales y que es necesario adoptar una actitud responsable para autoprotegernos”.
El municipio ha decretado dos días de luto oficial y el minuto de silencio ha reunido a cerca de un centenar de personas, entre vecinos y representantes institucionales, que han querido apoyar a la familia y reconocer la labor de los servicios de emergencias.