El Hospital del Alt Penedès, en Vilafranca del Penedès, ha tenido que cerrar por los efectos de las lluvias de este sábado, cuando ya se había cerrado el servicio de urgencias.
La consejera de Salud, Olga Pané, ha explicado desde la puerta del hospital que los desperfectos, causados por el desbordamiento de un muro de contención, han afectado fundamentalmente al sistema eléctrico y la situación “no es compatible con la actividad normal del centro”.
“Hemos decidido desalojar y trasladar a los 71 ingresados a los hospitales de Sant Camil, Bellvitge, Igualada, Sant Boi y Viladecans”, ha concretado. Según Pané, ninguno de ellos se ha visto perjudicado ni se ha agravado su pronóstico. La consejera calcula que se podrá recuperar la normalidad en el hospital “en dos o tres semanas”.