El municipio de Calafell no implementará la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) a partir del próximo enero, tras comprobarse una mejora significativa de la calidad del aire en los últimos cinco años. Esta decisión se enmarca dentro de la normativa establecida por la Ley de Cambio Climático 7/2021, que obliga a los municipios de 20.000 a 50.000 habitantes que superen los límites de contaminación por dióxido de nitrógeno y partículas a implantar medidas de restricción del tráfico y crear zonas de bajas emisiones.
En Cataluña, 39 municipios estaban inicialmente obligados a establecer ZBE, pero 24 localidades han demostrado que la calidad del aire ha mejorado y, por tanto, quedan excluidos de la aplicación inmediata de estas restricciones. Entre estos municipios se encuentran, además de Calafell, Figueres, Martorell e Igualada.
Según ha explicado el alcalde de Calafell, Ramon Ferré, “Estamos contentos. Es el resultado de una política de fomento del transporte, la pacificación del tráfico y la apuesta por la movilidad sostenible”. Ferré también ha añadido: “Además, hemos aprobado un plan de movilidad urbana sostenible y hemos optado por vehículos eléctricos o híbridos en el parque móvil del Ayuntamiento en todos los casos que es posible”.
A pesar de la exención, el alcalde ha recordado que la situación se tendrá que revisar anualmente, ya que los niveles de contaminación podrían variar. “Esto nos obliga a continuar trabajando en estas líneas, para evitar que los niveles de contaminación no crezcan”, ha subrayado.
Ferré ha destacado también la disparidad de circulación dentro del municipio: “También tendremos que hacer entender que nosotros podemos tener una zona tan contaminada como pueda ser la travesía de la C-31, por donde pasan 25.000 vehículos cada día, pero que amplias zonas del municipio tienen un tránsito bajísimo: urbanizaciones, zonas de montaña, el casco antiguo, la isla de peatones… No sería normal penalizar todo el municipio por una situación puntual de la carretera, donde el tránsito no es nuestro y, además, seguramente no se podría aplicar la ZBE por ser una vía de paso general”.
El Ayuntamiento de Calafell remarca que esta decisión es un reconocimiento a las políticas de movilidad sostenible, y destaca la importancia de seguir apostando por medidas que favorezcan el transporte público y la reducción de emisiones contaminantes para garantizar la salud ambiental y la calidad de vida de la ciudadanía.
En paralelo, las autoridades locales mantienen el objetivo de compatibilizar la movilidad con la protección del entorno, fomentando los vehículos sostenibles y promoviendo zonas urbanas más pacificadas, mientras se continúa haciendo seguimiento de las zonas con mayor intensidad de tráfico
