Un vecino de Balaguer se enfrenta a una petición de prisión de 5 años por ser el presunto culpable de un delito de agresión sexual a una vecina menor de edad. Los hechos tuvieron lugar el pasado 21 de agosto de 2021, cuando la chica de 15 años fue a casa del acusado para devolverle un gato que estaba en la calle. En estos momentos, el hombre la habría cogido y la obligó a tocarle los genitales, la besó e intentó forzarla a entrar en casa. Por suerte, la joven consiguió huir y el procesado ha cambiado de versión en varias ocasiones, primero asegurando que no conocía a la mujer y después explicando que era compañera de clase de su hija.
El hombre asegura que no cometió la agresión sexual, pero la Fiscalía pide 5 años de prisión y la defensa la absolución. El gato del presunto agresor solía pasear libremente por las mesas de la terraza de un bar de la plaza del Mercadal que regentaba la madre de la presunta víctima. Por este motivo y como en otras ocasiones ya le había llevado el gato a casa, la menor actuó de la misma forma. Sin embargo, en esta ocasión el hombre abrió la puerta, cogió el gato e inmediatamente la habría agredido. "Me cogió la mano y la puso en sus partes íntimas, después me cogió de los brazos y me besó. Me hizo intentar entrar en casa, pero lo empujé y me fui", ha relatado la chica.
El acusado mintió a los Mossos d'Esquadra el día de los hechos
Minutos después de los hechos, la joven explicó los hechos a su tío y su hermana, quienes se dirigieron al piso del acusado. "Me explicó con normalidad que la había abrazado para darle las gracias por el gato y que le había dado unos besos, pero que no pasaba nada. Después salieron sus hijos con unos palos para golpearme, nos fuimos y llamamos a la policía", ha declarado el tío. Según la hermana de la menor, el hombre decía que "sólo quería 'cariño'".
La policía catalana se personó en el lugar de los hechos y localizaron a la chica visiblemente "afectada, angustiada y llorosa". Después de escuchar la versión de la menor, hablaron con el hombre, quien inicialmente intentó mentir a los agentes asegurando que fue él mismo quien bajó a buscar el gato. Poco después, el acusado reconoció que fue la joven quien llevó el gato a su casa.
Por un lado, el acusado ha asegurado al juez que él no agredió sexualmente a la chica y solamente cogió el gato, le dio las gracias y cerró la puerta. En un primer momento, el individuo ha manifestado que no conocía a la menor, pero después ha aclarado que era una compañera de clase de su hija.
Sin embargo, los psicólogos que entrevistaron a la menor consideran que la chica de 15 años dice la verdad y apuntan al hecho de que siempre ha mantenido la misma versión. Además, los investigadores también han considerado que la afectada relataba desconcierto y expresó un sentimiento de asco muy importante a causa del suceso. Incluso, los especialistas habrían añadido que la joven no mostraba ninguna motivación espuria, ya que estos hechos podrían afectar a la relación de amistad que tiene con su amiga.
La defensa quiere la absolución porque considera que no hay pruebas que "refuercen la versión de la denunciante"
Según la Fiscalía, el hombre agredió sexualmente a la menor para satisfacer sus deseos sexuales. "No se produce una violencia notoria, pero sí que entra dentro de la definición de fuerza o violencia", ha añadido. Por estos motivos, mantiene la petición de 5 años de prisión por agresión sexual a una menor y piden la expulsión del país cuando cumpla la condena. Además, también piden una prohibición de comunicación y aproximación a menos de 100 metros durante 5 años, 5 años de libertad vigilada y una indemnización de 3.000 euros.
Por el contrario, la defensa pide la absolución del hombre porque no hay pruebas que "refuercen la versión de la denunciante" y porque las declaraciones podrían ser "inconsistentes y contradictorias". El juicio, que se había suspendido un par de veces en los últimos meses, ha quedado finalmente visto para sentencia.
