La Audiencia de Lleida ha juzgado este jueves a un hombre acusado de agredir sexualmente a su hija, menor de 16 años y tutelada por la Generalitat, durante un permiso de visita de seis horas concedido en mayo de 2023. La chica, que residía en un centro de menores, ha explicado que los hechos habrían tenido lugar en el domicilio del padre en la capital del Segrià, adonde había ido después de comer con unos amigos del acusado.
Según la menor, todo ocurrió mientras hacía la siesta. Al despertarse, ha relatado, encontró al padre frotando su pene contra la zona genital de ella y le habría pedido que no explicara nada de lo que había pasado. Al finalizar la visita, la niña fue al cine en una actividad programada por el centro y allí explicó lo que le había sucedido a una amiga, que le recomendó ponerlo en conocimiento de la tutora
El procesado ha negado categóricamente los hechos y mantiene que la hija “se lo inventa todo”. En el último turno de palabra, ha afirmado: "Juro por mi madre que lo que dice la niña es mentira". La defensa, en la misma línea, ha solicitado la absolución argumentando que el testimonio de la menor es “incoherente”, con divergencias sobre el lugar y el desarrollo de los hechos, y que “faltan elementos objetivos” que lo sostengan.
Las psicólogas del EATAV que entrevistaron a la menor han contradicho esta visión y han defendido la consistencia de su relato. Han asegurado que descartan que mienta y que consideran su declaración “creíble y válida”. También han remarcado que aquella era la primera visita larga que se autorizaba a padre e hija y que "ella pedía ver al padre y se habían ampliado las visitas, más por la motivación de ella que por el interés del padre".
Fiscalía y acusación particular —ejercida por la Generalitat— han mantenido íntegramente su petición de pena: 7 años y medio de prisión, 8 años de libertad vigilada, inhabilitación para la patria potestad durante 3 años, prohibición de trabajar con menores de entre 5 y 20 años y una indemnización de 25.000 euros. Las acusaciones han enfatizado que la menor no saca ningún beneficio relatando los hechos y que esto podría suponer perder “el único referente que tiene en España”.
