La Audiencia de Lleida ha celebrado este jueves el juicio de un hombre acusado de intentar violar a su vecina en Agramunt (Urgell) en noviembre de 2020. La víctima ha explicado que acudió a casa del acusado para hacer una foto del contador eléctrico, pero la situación acabó con un intento de agresión sexual. Según la mujer, el acusado le ofreció un vaso de cerveza que ella cree que estaba manipulado con droga, hecho que le hizo perder la consciencia. La mujer asegura que, al perder el control de su cuerpo, el hombre empezó a besarla, sujetarla por las muñecas e intentó abrirle las piernas, aunque ella le pidió varias veces que parase.
En su relato, la víctima añadió que intentó resistirse, pero perdió el conocimiento y no recordó cómo salió de la casa. Fue encontrada más tarde en el rellano del edificio, aún vestida, y acudió al CAP de Agramunt antes de ser trasladada al Hospital Arnau de Vilanova de Lleida. Los forenses confirmaron que la mujer tenía varios hematomas que indicaban una situación de abuso, aunque los análisis no detectaron restos de drogas en su cuerpo.
El acusado, por su parte, ha defendido que la relación entre ellos fue consensuada y que compartieron besos, pero que la mujer fue quien puso fin a la situación cuando mencionó que tenía pareja. Reconoció que le envió un mensaje al día siguiente para disculparse, pero no pudo aclarar el significado de aquel gesto.
La Fiscalía mantiene su acusación de intentar violar y ha pedido una pena de 3,5 años de prisión, 7 años de libertad vigilada y una multa de 900 euros por lesiones. También ha solicitado que el acusado no pueda acercarse a la víctima ni comunicarse con ella durante siete años, así como una indemnización de casi 6.650 euros por las secuelas físicas y psicológicas. Por otro lado, la defensa del acusado ha solicitado la absolución, argumentando que los mareos de la mujer podrían haber sido causados por la combinación de marihuana, cerveza y medicación.
El juicio ha quedado visto para sentencia.
