El Ayuntamiento de Massalcoreig ha reaccionado con urgencia tras saberse que el azud de los regantes figura como candidato a la demolición en un documento de la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE). El consistorio ha reunido esta mañana las juntas de la Comunidad de Regantes de la Sèquia y de la Comunidad de Regantes del Canal para analizar el alcance de la medida y acordar pasos inmediatos.
Los datos aportados por los regantes evidencian un impacto “crítico”: la desaparición del azud podría dejar sin riego a 169 regantes, afectando 400 hectáreas de fruta y una producción estimada de 6 millones de kilos anuales solo dentro del ámbito de la Comunidad de la Acequia. Si se suma la superficie vinculada al Canal y los consumos municipales, la cifra superaría las 1.000 hectáreas, y podría incluso comprometer el suministro de agua a domicilios y servicios.
Alegación conjunta y presión institucional
Ante este escenario, las tres partes han acordado presentar una alegación conjunta al Ministerio para frenar el procedimiento y defender la continuidad de un elemento hidráulico que consideran “vital” para la economía local.
El alcalde, Josep Maria Vallés, ha sido contundente: “La demolición de este azud no es solo una cuestión técnica; es una decisión que pondría en riesgo el modelo productivo de nuestro municipio y a cientos de familias que viven de la tierra. No permitiremos que se avance sin tener en cuenta el impacto real en el territorio.”
El Ayuntamiento también reclamará una reunión urgente con responsables de la CHE y del Ministerio para exigir explicaciones y aportar datos contrastados que acrediten la necesidad de mantener el azud en funcionamiento.
Defensa del sector agrario
El consistorio asegura que continuarátrabajando “codo con codo” con los regantes para garantizar que Massalcoreig no pierda un recurso considerado esencial para su actividad económica, su presente y su futuro.
La incertidumbre por la posible demolición ha encendido todas las alarmas en un municipio donde la agricultura es un pilar fundamental, y donde cualquier alteración en la gestión del agua puede tener consecuencias irreversibles
