Lleida llega al tramo final de 2025 con un balance marcado por una intensa actividad de obra pública. Durante el año, la ciudad ha vivido la culminación de diversas actuaciones urbanísticas relevantes, especialmente en ejes estratégicos, al tiempo que ha asumido las molestias derivadas de una concentración de obras simultáneas que han afectado la movilidad y el día a día de vecinos y comerciantes.
Uno de los proyectos más visibles ha sido la reapertura del tramo remodelado de la Rambla Ferran, uno de los principales accesos al centro de la ciudad. La intervención ha supuesto una profunda reurbanización del espacio, con aceras ampliadas hasta cinco metros, la reducción de carriles de tráfico en favor del transporte público y los peatones, y la plantación de 35 árboles. La actuación se enmarca dentro de la llamada Operación Rambla, con la voluntad de pacificar el tráfico, mejorar la calidad ambiental y potenciar la actividad comercial y ciudadana en este eje urbano.
En la Zona Alta, las obras de renovación de las avenidas Balmes y Rovira Roure encaran su recta final. Los trabajos, centrados en la renovación de la red de agua potable, el alcantarillado y la mejora de aceras, han comportado cortes parciales de tráfico y el traslado provisional de paradas de autobús. Según el calendario municipal, la finalización de estas obras está prevista para el 20 de diciembre de 2025, coincidiendo con el inicio de la campaña de Navidad
A lo largo del año, la Paeria también ha ejecutado actuaciones de mantenimiento y renovación del pavimento en diversas calles con un elevado nivel de desgaste, como Príncep de Viana, Onze de Setembre, Prat de la Riba, en la LL-11 en el cementerio municipal o algunos tramos de Rovira Roure, entre otras, con el objetivo de mejorar la seguridad vial y la calidad del espacio público.
Esta semana, sin embargo, está previsto llevar a cabo la pavimentación del tramo de la calle de Príncep de Viana situado entre la plaza de Ramon Berenguer IV y la harinera La Meta, que ha resultado dañado por las obras. Las obras de este tramo se iniciarán mañana 16 de diciembre y se desarrollarán en horario nocturno, siempre que las circunstancias meteorológicas lo permitan y habilitando paso alternativo.
Paralelamente, el Ayuntamiento mantiene en marcha diversos planes integrales de barrio, como el del Centro Histórico, que incluye actuaciones en vivienda, espacio público y cohesión social y que se desarrollarán de manera progresiva a lo largo de 2026. Se trata de proyectos de largo recorrido que no se pueden ejecutar en un solo ejercicio y que requieren fases de planificación, participación ciudadana y ejecución escalonada.
Este intenso calendario de obras ha generado, sin embargo, un notable malestar entre la ciudadanía. La coincidencia de múltiples actuaciones en puntos estratégicos ha provocado retenciones de tráfico, desvíos continuos y afectaciones al transporte público, especialmente en horas punta. Durante los meses de verano, la tala puntual de árboles y la reducción temporal de sombras en algunos tramos suscitaron polémica, con vecinos que alertaban de la falta de protección ante las altas temperaturas. El Ayuntamiento defendió estas actuaciones como necesarias, asegurando que los proyectos incluyen la plantación posterior de nuevo arbolado y la recuperación de zonas verdes una vez finalizadas las obras.
A pesar de las molestias, desde la Paeria se defiende que la concentración de obras responde a una estrategia para avanzar proyectos estructurales y minimizar afectaciones a largo plazo. El 2026 se presenta como un año clave para consolidar estas transformaciones y avanzar hacia una ciudad con espacios públicos más accesibles, una movilidad más sostenible y una renovación urbana pensada a largo plazo.
