La inauguración de la 30ª Jornada Frutícola del IRTA reunió el pasado 22 de octubre en la Finca Experimental de Mollerussa a más de un centenar de profesionales, empresas e investigadores del sector de la fruta, consolidándose un año más como uno de los encuentros técnicos más importantes del país. El acto inaugural contó con la participación del vicepresidente del Patronato de Promoción Económica de la Diputación de Lleida, Jordi Verdú, que puso en valor el papel de la innovación y la colaboración institucional en el crecimiento del sector frutícola.
Acompañado por la directora general de Agricultura y Ganadería, Rosa Altisent; el director general del IRTA, Josep Usall; el jefe del programa de Fruticultura, Luis Asín, y el alcalde de Mollerussa, Marc Solsona, Verdú remarcó que la jornada es “un ejemplo excelente de lo que se consigue cuando las instituciones, la investigación y el sector productivo unen esfuerzos para avanzar juntos”. También subrayó que, después de tres décadas, este encuentro “sigue siendo un espacio imprescindible para compartir conocimiento, experiencias e innovaciones que hacen crecer nuestro sector”.
Durante su intervención, Verdú recordó la colaboración entre el Patronato de Promoción Económica y el IRTA, destacando que “este trabajo conjunto es una muestra del compromiso de la Diputación con el progreso del mundo rural y con el apoyo a los profesionales y empresas que sitúan a Lleida al frente de la producción agraria y la investigación aplicada”.
A lo largo de la jornada se combinaron ponencias técnicas, exposiciones de variedades, demostraciones de campo y presentaciones de innovaciones tecnológicas. Los expertos abordaron cuestiones clave como las nuevas estrategias de riego, las alternativas sostenibles a los insecticidas químicos, las aplicaciones de la inteligencia artificial en el campo o el impacto del cambio climático en la producción de fruta.
Los participantes también pudieron ver demostraciones prácticas como el funcionamiento de un robot recolector de fruta, pruebas de microaspersión contra las heladas y nuevas herramientas digitales para la gestión de fincas. Un conjunto de actividades que, según los organizadores, confirmaron el papel de Lleida como referente estatal en innovación agrícola y transferencia tecnológica.