La Sala de Actos de la Diputación de Lleida acogió ayer la presentación del proyecto ‘Haima Acull, Sonrisas de Arena’, a través del cual la asociación Lleida por los Refugiados proporciona en la capital del Segrià asistencia médica a niños y niñas saharauis con patologías intratables en los campamentos donde viven y que necesiten ser evacuados.
El acto lo presidió la vicepresidenta Sandra Castro, que puso en valor los esfuerzos de la entidad Lleida por los Refugiados, que estuvo representada por su presidenta, Pilar Sierra. También estuvieron presentes Abidin Bucharaya, delegado del Gobierno del Frente Polisario en Cataluña, y Jackson Quiñonez, concejal de Deportes y de Cooperación del Ayuntamiento de Lleida.
‘Haima Acull, Sonrisas de Arena’ es una iniciativa de la asociación Lleida por los Refugiados que recientemente ha sido galardonado en la XVIII edición del premio a la Solidaridad del Colegio Oficial de Médicos de Lleida (COMLL), en reconocimiento a los colegiados implicados en tareas altruistas en el marco de las ONG y asociaciones sin ánimo de lucro, así como la de sus voluntarios que, de forma profesional, trabajan para garantizar el derecho a la salud de la población.
El proyecto, que se gestiona en coordinación con la Delegación del Frente Polisario en Cataluña, el Ministerio de Sanidad saharaui y la DGAIA (Delegación General de Atención a la Infancia y la Adolescencia), proporciona asistencia médica a niños y niñas saharauis con patologías intratables en los campamentos donde viven y que necesiten ser evacuados. Aparte del tratamiento o las intervenciones necesarias, los niños viven en un piso gestionado por la asociación hasta que reciben el alta médica y pueden volver con sus familias. En este tiempo que pasan en la ciudad de Lleida, los niños son escolarizados y conviven con otras criaturas de su edad.
Según la asociación, dentro de la precaria situación del pueblo saharaui en los asentamientos, los niños constituyen uno de los grupos más vulnerables y por ejemplo, un 50% de los menores de 5 años están diagnosticados de anemia. Los principales factores de mortalidad infantil en los campamentos son: diarrea aguda, nacimiento prematuro, anemia, desnutrición y enfermedades respiratorias. No se dispone de servicio de cuidados intensivos ni de banco de sangre en los asentamientos.