La Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA) ha denunciado un caso de maltrato animal que ha suscitado una gran polémica en la localidad de la Sentiu de Sió, en la Noguera. Una perra fue encontrada en estado crítico el 30 de septiembre, con evidentes signos de desnutrición y heridas múltiples, pero los Agentes Rurales la devolvieron a su propietario a pesar del evidente mal estado del animal. Solo dos días después, la perra murió. Por este motivo, FAADA considera que se actuó con "negligencia" y ha anunciado que presentará una denuncia formal contra los responsables del animal y las administraciones implicadas.
La perra fue encontrada por unos vecinos el 30 de septiembre en una situación crítica, con heridas evidentes en las orejas, el hocico, el cuerpo y las extremidades, además de signos claros de debilidad y desnutrición extrema. Los ciudadanos alertaron inmediatamente al Ayuntamiento y a los Agentes Rurales, que localizaron que el animal estaba identificado con microchip.
Los agentes contactaron con el propietario, quien aseguró que había cedido el animal a una tercera persona en 2023 y que desconocía el estado en que se encontraba. Aunque el caso hacía evidente un posible delito de maltrato, los Agentes Rurales decidieron devolver la perra a su titular, que se comprometió a llevarla a un veterinario.
FAADA, la entidad defensora de los derechos animales, considera que el animal debería haber quedado bajo la custodia de la administración para garantizar su protección y atención médica. "Con esta actuación, se permitió que la perra estuviera en peligro. Ante un posible delito de maltrato, debería haber sido intervenida y no devuelta al propietario", han indicado desde la entidad.
La muerte de la perra
El mismo día que fue devuelta a su propietaria, la perra fue trasladada a un centro veterinario donde le diagnosticaron leishmaniosis e iniciaron un tratamiento para la enfermedad. A pesar de la atención médica, el animal murió la madrugada del 2 de octubre, solo dos días después de su entrega. Debido a la muerte repentina, los Agentes Rurales decomisaron el cadáver del animal para realizar una necropsia, con el objetivo de determinar con exactitud la causa de la muerte.
Reacciones e investigación en curso
Desde los Agentes Rurales han defendido su actuación, explicando que el propietario se comprometió a llevar al animal al veterinario y que se acordó un seguimiento del caso, según ha publicado ACN. Además, han explicado que la propietaria llevó a la perra al centro veterinario inmediatamente después de recibir al animal, donde se le diagnosticó leishmaniosis y se le aplicó el tratamiento pertinente. Sin embargo, la perra murió poco después, y ahora los Agentes Rurales han abierto una investigación penal para determinar si los hechos pueden ser considerados un delito de maltrato animal.
Los Agentes Rurales han indicado que mantendrán abierta la investigación para esclarecer los hechos y que están a la espera de los resultados de la necropsia, que podrían aportar nuevas pistas sobre la causa de la muerte de la perra.