El Ayuntamiento de Lleida ha presentado este martes el Plan Integral del Centro Histórico, una ambiciosa hoja de ruta que quiere transformar el corazón más antiguo de la ciudad durante los próximos siete años. Con una inversión global que supera los 60 millones de euros y más de un centenar de actuaciones, el proyecto busca recuperar la habitabilidad del barrio, incrementar los espacios verdes, dignificar el patrimonio y reactivar la actividad económica y social.
El alcalde Fèlix Larrosa ha destacado que “hoy presentamos la transformación integral del barrio con más historia de la ciudad”, y ha asegurado que se trata de “la transformación más grande que se ha podido plantear de golpe la ciudad de Lleida en toda su etapa democrática”. El plan incluye la recuperación de equipamientos como Santa Teresa, el Mercado del Pla, las termas romanas de Cardenal Remolins y la antigua escuela Cervantes, así como la creación de nuevos espacios verdes y centenares de viviendas.
Larrosa ha subrayado que el objetivo es “un Centro Histórico para vivir, donde ir a trabajar, a pasear, a hacer uso de sus servicios y a disfrutar de nuestro patrimonio”. La presentación del proyecto se ha hecho en el Mercado del Pla, en un acto abierto al público.

Un nuevo bosque urbano de 2.000 m² y la rehabilitación del antiguo convento de Santa Teresa
Entre las actuaciones más destacadas se encuentra la rehabilitación del antiguo convento de Santa Teresa, que se convertirá en un epicentro creativo con espacios residenciales para colectivos culturales y zonas de actividad artística. En su entorno se creará un bosque urbano de 2.000 m², con huerto comunitario, mercado ecológico, un robledal mediterráneo y zonas de aromáticas.
El Mercat del Pla se transformará en un polo cooperativo y comunitario, con unas 20 cooperativas, una cincuentena de puestos de trabajo y unas 70 actividades anuales. También se rehabilitará la antigua escuela Cervantes, que se convertirá en la nueva Casa de la Lengua Catalana y acogerá el Centre de Normalització Lingüística.
En materia patrimonial, el Plan contempla la recuperación de las termas romanas de Cardenal Remolins, declaradas Bien Cultural de Interés Nacional, con un espacio visitable que combinará la conservación arqueológica con actividad económica.
En cuanto a la vivienda, se han planificado 387 nuevos pisos y la rehabilitación de 400 más. “Muy pronto veremos grúas en el barrio, que son el mejor indicador”, ha asegurado el alcalde. La plaza del Dipòsit se convertirá en la “nueva plaza mayor del barrio”, mientras que la plaza Sant Joan se hará más accesible y con más sombras. También se creará una nueva plaza verde sobre el aparcamiento de la Illa de la Maternitat, y se abrirá una oficina técnica en la calle Cavallers para coordinar los proyectos.

Vivienda, eficiencia energética y renaturalización
La primera teniente de alcalde, Begoña Iglesias, ha remarcado que la recuperación de la habitabilidad es uno de los grandes ejes del plan: “Queremos recuperar el alma del Centro Histórico, que es su gente”. Se prevé llegar a casi 800 viviendas entre nueva construcción y rehabilitación, con cooperación público-privada.
El Plan también incluye ayudas para la mejora de aislamientos, eficiencia energética y accesibilidad, con una inversión de más de 1,3 millones de euros, y la renaturalización del barrio con tres bosques urbanos —en Santa Teresa, Sant Martí y la Panera— y la consolidación del Turó de la Seu Vella como gran parque central.
Además, se promoverán comunidades energéticas, economía circular y un cambio general del alumbrado a tecnología LED.

Dinamización económica y social
El teniente de alcalde Carlos Enjuanes ha explicado que la prioridad “son las personas que viven en el barrio y las que vendrán”. En este sentido, se creará un equipo de acción comunitaria con un presupuesto de 1,6 millones de euros para cinco años, destinado a fomentar la convivencia, la formación y la inclusión social.
El Plan también prevé la puesta en marcha de una Escuela de Formación de Lengua Catalana en el antiguo colegio Cervantes, con una inversión de 2,5 millones de euros, y de un Vivero 4.0 para proyectos emprendedores y de transformación digital, dotado con 800.000 euros. Se añadirán ayudas para la dinamización comercial, una Escuela de Oportunidades para jóvenes y colectivos vulnerables, y la creación de un Centro Joven de Salud y nuevos programas para fomentar la ocupación y la convivencia.
Participación ciudadana
El concejal Roberto Pino ha remarcado que el Plan es fruto de un proceso participativo dentro del programa Barris Vius, con la implicación de 229 vecinos y más de 40 entidades. De este proceso han surgido 122 propuestas, centradas en mejorar la vivienda, los espacios verdes, el patrimonio y la cohesión social. “Este plan no nace de un despacho, sino de un trabajo compartido con la ciudadanía”, ha destacado Pino.
El Plan Integral del Centro Histórico de Lleida tendrá un horizonte hasta 2032 y una financiación mixta entre el Ayuntamiento, otras administraciones y la iniciativa privada. La Paeria ya ha presentado parte del proyecto al Plan de Barrios de la Generalitat, con una primera fase valorada en 25 millones de euros.