Los Mossos d’Esquadra han detenido a un hombre de 40 años que se saltó un control de alcohol y drogas en Figueres y protagonizó una huida temeraria por la C-260, donde llegó a circular a 180 km/h antes de accidentarse contra un árbol. Los hechos ocurrieron alrededor de la una de la madrugada del jueves.
Según ha informado la policía, los agentes estaban haciendo un control cuando dieron indicaciones al conductor para que se detuviera. El hombre desobedeció la orden, dio media vuelta y huyó en sentido contrario en dirección a Roses, hecho que motivó el inicio de una persecución policial. Durante la huida, el vehículo fue aumentando la velocidad de manera progresiva.
En un intento de despistar a los Mossos, el conductor se desvió por un vial secundario, pero acto seguido volvió a hacer un cambio de sentido dentro del mismo camino, obligando a los agentes a realizar una maniobra evasiva para evitar un choque frontal. Cuando intentaba reincorporarse de nuevo a la C-260, el vehículo acabó saliéndose de la vía e impactó contra un árbol de una zona ajardinada.
Lejos de detenerse, el conductor huyó a pie del lugar del accidente. Poco después, agentes de la Policía Local de Castelló d’Empúries que apoyaban el dispositivo lo localizaron escondido a unos 400 metros del lugar del siniestro y alertaron a los Mossos, que procedieron a su detención.
Una vez identificado, los agentes le requirieron que se sometiera a las pruebas de alcohol y drogas, pero se negó, a pesar de presentar síntomas evidentes de haber bebido alcohol. En el interior del vehículo, la policía encontró una botella de vodka vacía y un fuerte olor a marihuana.
El detenido está acusado de diversos delitos contra la seguridad vial, entre ellos conducción temeraria, conducir bajo los efectos del alcohol, negativa a someterse a las pruebas, desobediencia a los agentes de la autoridad y daños materiales. El hombre ya ha pasado a disposición del juzgado de guardia de Figueres.
