Perdonan una deuda de 94.970 euros a un gerundense atrapado por la crisis inmobiliaria

07 de julio de 2025 a las 11:35h

El juzgado de lo mercantil número 2 de Girona ha condonado una deuda de casi 95.000 euros a un hombre que se vio atrapado por la crisis inmobiliaria. El afectado adquirió una vivienda en el año 2006, justo antes del estallido de la burbuja, y no pudo afrontar las cuotas de la hipoteca (que cada vez crecían más). Aunque actualmente el valor del inmueble no llega a 50.000 euros, el préstamo inicial a devolver ascendía hasta los 97.000. El juzgado le ha aplicado la Ley de la Segunda Oportunidad, porque ha concluido que el endeudamiento no fue "ni temerario ni irresponsable". La abogada del bufete que ha llevado el caso, Marta Bergadà, explica que aunque su cliente tiene trabajo fijo, su deuda se había convertido "en una carga imposible de sostener".

El afectado, que es gerundense, compró una vivienda en el año 2006 en otra provincia, justo antes de la crisis inmobiliaria. Firmó una hipoteca variable -en función del euríbor- y con el estallido de la burbuja, vio como las cuotas mensuales que tenía que afrontar crecían cada vez más, hasta que la situación se le volvió insostenible. De hecho, a pesar de haber pagado las cuotas durante diecisiete años, a mediados de 2023 todavía debía unos 97.000 euros del préstamo inicial. Y ello, según subraya el bufete Bergadá Abogados -que ha llevado el caso- teniendo en cuenta que "el valor actual del inmueble, que incluye una plaza de aparcamiento, apenas alcanzaba los 50.000 euros". El gerundense, al ver que era insolvente, recurrió a los juzgados buscando amparo. Y ahora, el mercantil número 2 de Girona le ha aplicado la Ley de la Segunda Oportunidad y le ha condonado la deuda, que asciende a 94.968,22 euros. "El deudor ha contraído un volumen de deudas significativo con una pluralidad de acreedores, se encuentra en situación de insolvencia y sus circunstancias evidencian un sobreendeudamiento que supera con creces su capacidad de afrontarlo", subraya el auto del juzgado.En concreto, su deuda se subdivide en cuatro importes diferenciados (que hacen referencia a préstamos o facturas impagadas). Hay uno con una entidad bancaria que asciende a 77.062,09 euros; un segundo, con otro banco, que asciende a 10.724,13 euros; un tercero de 7.000 euros, y una factura de suministros de 182 euros. En su auto, el juzgado de lo mercantil 2 de Girona concluye que el endeudamiento no fue "ni temerario ni irresponsable". Y por este motivo, aplica la Ley de la Segunda Oportunidad al gerundense y le reconoce "el derecho a la exoneración definitiva" de todos estos importes, que casi llegan a los 95.000 euros. El afectado recuerda que pidió la hipoteca y varios préstamos personales para adquirir la vivienda y "hacer una serie de reformas". "Pensaba que era una buena inversión y podría vender el piso fácilmente si pasaba algo, pero no fue así; la situación se me descontroló", admite el gerundense. Como el hombre tiene trabajo en Girona -donde paga un alquiler de unos 800 euros al mes- y tiene que vivir aquí, cuando la situación se hizo "totalmente insostenible", no pudo usar el piso como vivienda habitual. Según subraya el bufete de abogados, además, a esta "doble carga" también se sumaron los gastos del día a día -comida, seguros, impuestos- y una avería "importante" de su vehículo.

"Imposible de sostener"

La abogada Marta Bergadà, socia fundadora del bufete que ha llevado el caso, explica que la situación de este gerundense es más común de lo que se piensa. "La historia de este cliente representa la de muchas personas atrapadas por decisiones financieras tomadas hace más de una década, y que con el paso del tiempo se han convertido en una carga imposible de sostener", precisa. Y añade: "Y eso, a pesar de tener un trabajo fijo y haber actuado siempre con responsabilidad".El proceso que ahora ha culminado con la exoneración de la deuda se inició a mediados de 2023. Por entonces, el afectado no podía cubrir ni sus necesidades básicas ni las de su familia. "Cuando recibimos la documentación del caso, vimos claramente que el deudor había actuado de buena fe, y que se había visto atrapado por una situación de insolvencia, como tantas otras personas durante la crisis inmobiliaria", precisa Marta Bergadà.Ahora, después de que el juzgado le haya aplicado la Ley de la Segunda Oportunidad y la haya exonerado, el gerundense podrá volver a empezar de cero, sin cargas financieras. "Ahora podré tener una vida normal; todavía lo estoy asimilando, pero gracias a esta segunda oportunidad podré girar hoja", explica el afectado. Y concluye: "Eso sí, lo tendré presente siempre para no cometer más errores".La llamada Ley de la Segunda Oportunidad simplifica y agiliza el proceso -directamente, se va a fase judicial- para que aquellas personas ahogadas por las deudas puedan encontrar una salida, que pasa o bien por la exoneración o bien por una cancelación parcial (a través de un plan de pagos). La ley permite liquidar una deuda que no supere los 5 MEUR, siempre que se vaya actuar de buena fe y no se engañara a los acreedores en el momento de pedir el crédito.
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C CIUTAT
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