Orriols da marcha atrás y ya no prohibirá el velo islámico en Ripoll

Aliança Catalana ha renunciado a uno de los “puntos clave” de su programa, pero sí ha conseguido prohibir a los niños jugar a la pelota en el Barri Vell

01 de octubre de 2025 a las 11:33h

El pleno del Ayuntamiento de Ripoll ha aprobado este martes, en primera instancia, la modificación de las ordenanzas de civismo propuestas por Aliança Catalana (AC). Después de dos intentos fallidos, la alcaldesa Sílvia Orriols ha conseguido los apoyos necesarios de Junts per Ripoll y Som-hi Ripoll para sacar adelante la norma, que introduce cambios como la prohibición de la venta de alcohol y tabaco de las 22 h a las 8 h (en el Barri Vell a partir de las 20 h) y nuevas restricciones a la colocación de carteles y pancartas.

Para conseguir la mayoría, Orriols ha renunciado a incluir la prohibición del uso del velo islámico en espacios públicos, uno de los puntos que había marcado los anteriores debates y que había impedido su aprobación. La alcaldesa ha admitido que este era un “punto clave” y un “eje fundamental” de su proyecto, pero ha justificado la retirada para conseguir “la unanimidad” del pleno, aunque advirtiendo que no renuncia a aplicarlo en el futuro.

Con la aprobación inicial, se abre ahora un período de 30 días para presentar alegaciones. Si no se registran, el texto quedará aprobado definitivamente de manera automática.

La sesión también ha servido para que Lluís Pérez Guitart tomara posesión como nuevo concejal de Junts, en sustitución de Maria Soldevila, que había renunciado este verano.

 

Los argumentos de los partidos

Junts per Ripoll, con tres concejales, ha decidido apoyar las ordenanzas alegando que responden a las demandas de los vecinos y comerciantes del Barri Vell, especialmente en cuestiones como el botellón o los juegos de pelota en las calles. Sin embargo, los portavoces han avisado de los “peligros” de los discursos de odio contra la inmigración de AC y han reprochado a Orriols “medias verdades” y “faltar al respeto” en los debates políticos.

Por su parte, Som-hi Ripoll, con Joaquim Colomer como único concejal, también ha votado a favor porque se han incorporado algunas de las alegaciones presentadas por su grupo.

En cambio, ERC ha votado en contra porque considera que las ordenanzas no fomentan la convivencia, sino que la rompen. Han criticado especialmente la prohibición del juego de pelota en la calle —permitida solo a menores de 8 años— y la desaparición del texto inicial que hacía referencia al respeto por los diferentes grupos étnicos, culturales y religiosos. Los republicanos ofrecieron aprobar solo el artículo contra los botellones, pero Orriols no lo aceptó.

El PSC también ha votado en contra, aunque sin exponer nuevos motivos, y la CUP ha justificado su oposición afirmando que las ordenanzas “criminalizan” conductas cotidianas como el uso del espacio público. Los cupaires han lamentado que no se haya optado por la mediación en lugar de endurecer la normativa y han alertado que reforzar la presencia policial “alimenta una supuesta inseguridad que no se ajusta a la realidad”.