La Policía Local de Lloret de Mar (Selva) ha intervenido 361 botellas de óxido nitroso, el llamado gas de la risa, durante el mes de agosto. Los agentes han requisado buena parte de este producto a turistas que no son conscientes de que su consumo no es legal en el Estado.
Desde el Ayuntamiento de Lloret de Mar advierten de los efectos perjudiciales de la inhalación de este gas que se ha convertido en una "moda muy peligrosa". En concreto, puede provocar asfixia, además de quemaduras en la garganta porque se encuentra a baja temperatura. También puede generar arritmias, ataques al corazón y un déficit de oxígeno en el cerebro. En total se han intervenido 291 botellas de 666 gramos cada una y 70 más de dos litros que ahora la Policía Local enviará a destruir a una empresa especializada.
Desde el cuerpo avisan de que para combatir el consumo y distribución de botellas de gas de la risa hay tres procedimientos. Uno afecta al consumidor por infringir la ordenanza de civismo, otro por el distribuidor por venta ambulante y otro a través del Código de Consumo de Cataluña, en caso de que la distribución de las botellas sea a gran escala. El alcalde de Lloret de Mar, Adrià Lamelas, se ha felicitado por la intervención del producto y señala "la importancia de velar por la salud pública" en el pueblo.
El gas de la risa es un producto que provoca alucinaciones o amnesia y destaca especialmente entre los jóvenes que buscan un uso recreativo. Su consumo se hace a través de globos inflados con este gas que los consumidores inhalan.