El hombre que mató a una mujer en el Ripollès dice que "solo" la golpeó

El procesado no avala durante la declaración en el juicio las conclusiones de la defensa, que admitía un crimen "atroz"

ACN
17 de octubre de 2025 a las 16:26h

El acusado de asesinar y agredir sexualmente con una "perversidad extraordinaria" a la pareja en Campdevànol (Ripollès) entre el 20 y el 21 de septiembre de 2022 solo ha reconocido que la golpeó. "Golpes sí, eso lo he hecho y está muy mal", ha admitido en el juicio. El procesado, sin embargo, afirma que "nunca" tuvo un cuchillo en las manos, negando ser el autor de las puñaladas que la víctima tenía en los genitales. La declaración ante el jurado popular no avala el escrito de la defensa, que reconocía el asesinato. Durante las alegaciones previas, su abogado argüía que había cometido un crimen "atroz" afectado por el consumo de drogas y alcohol. El acusado se enfrenta a prisión permanente revisable y a una condena de 18 años más.

El juicio, que se celebra en la sección cuarta de la Audiencia de Girona, ha comenzado este viernes con la elección del jurado popular. Tras la lectura de los escritos de conclusiones provisionales del fiscal, la acusación particular y la defensa, ha habido las alegaciones previas, que es cuando las partes explican por primera vez ante el tribunal popular cuál es la tesis que sostienen en función de las pruebas.

El abogado de la defensa ha detallado que admitía el asesinato porque el acusado sabía que había cometido un crimen "atroz" por el cual merece "ser condenado". Alegaba, sin embargo, que tiene un largo historial de drogodependencia y que a la hora de perpetrar los hechos estaba "intoxicado" por el consumo.

Cuando ha sido el turno de su declaración, el acusado se ha desdicho y no ha reconocido todos los hechos. El procesado solo ha respondido a las preguntas de su abogado y se ha limitado a admitir que golpeó a la víctima: "Yo lo único que hice fue golpearla, pero no tuve un cuchillo en mis manos". El acusado ha dicho que tiene "lagunas" de aquella noche porque iba "bastante drogado" pero ha reiterado que no atacó a la víctima con un cuchillo: "Eso seguro".

El fiscal Enrique Barata y la acusación particular, encabezada por el letrado Jordi Coma, sostienen que el procesado actuó con una "perversidad extraordinaria" y propinó una "paliza despiadada" a la víctima. La autopsia también confirmó que el autor la agredió sexualmente, apuñalándola en los genitales.

El acusado ha explicado que él y la víctima fueron pareja entre un año y medio y dos años y que la relación era conflictiva porque discutían a menudo. También ha declarado que él es consumidor de drogas y ha estado en tratamiento de deshabituación durante diferentes periodos desde 2008 y hasta el momento de los hechos. Ha negado, sin embargo, que fuera él quien iniciara a la víctima en el mundo de las drogas. De hecho, ha asegurado que le aconsejó que no fuera por ese camino porque él "lo conoce".

Los días antes de los hechos ha explicado que era la Fiesta Mayor de Campdevànol y salieron tanto juntos como separados con amigos varios días, durante los cuales consumieron. Según su relato, la noche del 20 al 21 de septiembre fueron a casa, discutieron, forcejearon y cuando se despertó vio que la chica, que tenía 21 años, "no se movía". "Pensé que estaba inconsciente", ha dicho. Entonces, llamó al teléfono de emergencias hasta que personal sanitario fue al domicilio. No pudieron hacer nada para salvarle la vida.

El acusado ha dicho que vio entrar "una sombra" por el balcón y ha echado balones fuera argumentando que la víctima tenía problemas con otro hombre, de quien no ha dicho el nombre. El procesado ha añadido que no vio sangre en la habitación, negando así la tesis de las acusaciones que sostienen que la víctima vivió un "tormento" antes de morir porque el procesado la torturó durante días y después intentó manipular el cuerpo para ocultarlo.

Según las acusaciones, entre la tarde del 19 de septiembre y hasta la mañana del 21 de septiembre de 2022, el acusado comenzó a golpear "de manera brutal y repetida" a su pareja, sin que la chica tuviera ninguna posibilidad de defenderse. La agredió "por todo el cuerpo", atacándola a golpes de puño, con objetos, abrasantes o compresiones cervicales.

"En un momento determinado, la víctima observó con pánico cómo el acusado volvía de la cocina con un cuchillo, navaja o arma blanca similar y, dirigiéndose hacia ella, le propinó salvajemente dos cuchilladas en el interior de la vagina", relata el fiscal. Este ataque, sumado a la paliza que le había dado, causaron la muerte por shock politraumático, shock neurogénico y shock hipovolémico. La investigación sitúa la muerte entre la tarde-noche del 20 y la mañana del 21 de septiembre.

Un "dolor insoportable"

La autopsia concluyó que la joven sufrió una muerte lenta y dolorosa. Su cuerpo tenía más de 60 heridas por todo el cuerpo, entre las cuales contusiones, incisiones, quemaduras y también varias dientes rotos y el fiscal indica que sufrió un "dolor insoportable". El escrito de acusación describe la serie de lesiones de la víctima a lo largo de once páginas. En las alegaciones previas, el abogado de la defensa, Fernando Oriente, ha remarcado que la descripción del sufrimiento de la víctima es propio "de una película de terror": "Son más de diez páginas propias de la jaula de los horrores".

El fiscal y la acusación particular atribuyen al procesado un delito de asesinato con alevosía y ensañamiento con agravantes de género y parentesco: "El acusado, de manera prolongada en el tiempo, golpeó repetidamente en diferentes partes del cuerpo, quemó, hirió, presionó y apuñaló brutalmente a su pareja y víctima con la intención de acabar con su vida y hacerla sufrir previamente, pero también con intención de demostrarle de manera violenta y cruel el control y superioridad que ejercía hacia ella como mujer y pareja relegada a un plano subordinado bajo su dominación".

Enrique Barata y Jordi Coma añaden que el acusado no solo no pidió ayuda, sino que también "alteró pruebas" para intentar engañar a los investigadores y limpió las heridas de la mujer, limpió rastros de sangre, se cambió de ropa y lavó y secó ropa de cama.

También le atribuyen un delito de agresión sexual agravado por la "violencia extrema", por atacar a su pareja y por utilizar armas blancas. El fiscal remarca que le asestó dos puñaladas en los genitales que le causaron "un dolor profundo e insoportable" a la víctima.

Le acusan, además, de un delito de maltrato habitual porque sostienen que la investigación permitió descubrir que durante la relación "ejercía habitualmente un control hacia la víctima" y la tenía "subyugada y sometida a su dominación". El fiscal relata episodios constantes de celos durante los cuales le examinaba el móvil, la insultaba, humillaba y la mantenía aislada de su familia.

La defensa sostiene que la droga "arruinó dos vidas". Admite el asesinato, pero solicita que le rebajen la condena porque argumenta que el procesado tenía alteradas las capacidades por el consumo de tóxicos. En el escrito de conclusiones provisionales solicita 40 años de prisión (25 por el asesinato, 13 por la agresión sexual y 2 por el maltrato habitual).

El juicio se reanudará el lunes con la declaración de testigos.