Girona ha conseguido que Google modifique las rutas con GPS que, para atajar, llevaban a los coches -sobre todo, de turistas- a cruzar el Barri Vell. El consistorio ha enviado cartas al gigante informático y también a la aplicación Waze (que utiliza sus datos) para pedirles que prioricen recorridos alternativos y dejen claro que el centro histórico tiene la circulación restringida. "El Barri Vell es una zona esencialmente peatonal y esto se debe mantener", afirma el alcalde de Girona, Lluc Salellas, en una entrevista a la ACN. Por otra parte, el equipo de gobierno prevé presentar antes de finales de año la propuesta para pacificar la plaza Catalunya. Teniendo claro, eso sí, que tendrán que pasar coches porque precisamente es punto de entrada al Barri Vell.
Desde hace tiempo, en toda la red de calles empedradas del Barri Vell la circulación de vehículos está restringida. Para entrar a menudo es necesaria una autorización especial (por ejemplo, en el caso de los residentes o propietarios de negocios) y el horario de carga y descarga termina a las doce del mediodía. Además, no se pueden superar los 20 kilómetros por hora.
En el acceso desde la plaza Catalunya, hay cámaras que automáticamente leen las matrículas de los coches que entran en el centro histórico. En el caso de aquellos que no están autorizados a circular, sólo se les permite acceder tres veces por trimestre. Si lo hacen más veces, se les multa automáticamente.
Como el Barri Vell es un polo turístico de la ciudad, aquí los peatones tienen prioridad. Pero las decisiones municipales no siempre se trasladan a las nuevas tecnologías. Y más, cuando hay empresas internacionales detrás que son auténticos gigantes informáticos.
En Girona, precisamente, cuando había que ir desde el Eixample hasta la zona de Pedret, Google guiaba a los coches por el interior del Barri Vell para atajar. Sobre todo, los de los turistas que llegaban a la ciudad y se fiaban del GPS a la hora de moverse por la ciudad. Y esto también ocurría con aquellos que se habían instalado la aplicación de rutas Waze (que precisamente, se sirve de datos de Google a la hora de dibujar los recorridos).
El ayuntamiento se dio cuenta y, para evitar toda esta circulación de paso por las calles estrechas y empedradas, el consistorio ha enviado cartas a través del correo electrónico tanto a Google como a Waze pidiéndoles que lo corrigieran. Ha sido un trabajo que ha durado meses -los primeros mails salieron en enero- pero que al final ha tenido resultados.
Marcado en el navegador
"Hemos conseguido que Google y Waze marquen claramente que el Barri Vell es una zona con circulación restringida; y por tanto, que no envíen los coches de los turistas tan fácilmente", explica el alcalde. Lluc Salellas admite que no ha sido un trabajo fácil, "porque hablar con todas estas aplicaciones y grandes empresas no es lo mismo que hacerlo con un vecino de la calle del Carme", pero también subraya que era necesario hacerlo.
"El Barri Vell es una zona esencialmente peatonal, y esto se debe mantener", explica. Salellas también explica que, en paralelo, también se está trabajando para pedir a Google y a Waze que la información que aparece en el navegador del coche sea "lo más precisa posible". Con el objetivo de que aquellos turistas que visiten la ciudad, por ejemplo, "tengan claro dónde pueden aparcar y en qué lugares no" y eviten dejar el coche en los reservados para carga y descarga.
Propuesta "global" con plaza Catalunya
Por otra parte, el alcalde de Girona también explica que, antes de terminar el año, el equipo de gobierno prevé presentar la propuesta para pacificar la plaza Catalunya. Que precisamente, es punto de acceso al Barri Vell. Aquí, el año pasado el ayuntamiento ya hizo una prueba piloto sacando el tráfico de uno de los laterales.
Lluc Salellas, sin embargo, también adelanta que el proyecto debe ir más allá de lo que es estrictamente la plataforma de la plaza Catalunya. Porque también habrá que retocar la movilidad en las calles que la rodean (por ejemplo, la avenida Sant Francesc o el ámbito del Mercadal).
"Creo que nos corresponde hacer una propuesta ambiciosa en este sentido, más global, que para entendernos afecte a la zona que hay entre plaza Catalunya y Jaume I", explica el alcalde. Salellas deja claro que el objetivo principal será "que haya menos tráfico rodado en la plaza", pero también admite que quitarlo del todo será "imposible" (precisamente, porque la plaza también hace de bisagra para los vehículos que acceden al Barri Vell).
"Pacificarla al 100% es imposible, porque se debe garantizar un punto de entrada y otro de salida al centro histórico; y la plaza Catalunya, precisamente, es el de entrada", dice Lluc Salellas. Pero más allá de esto, el alcalde de Girona sí subraya que hay margen para "redistribuir" las zonas de carga y descarga que hay en la plaza, el tráfico de paso o "aquellos coches que utilizan la plaza Catalunya para dar la vuelta" (en el caso de los que vienen desde Pompeu Fabra y giran por Sant Francesc).
Para el alcalde, pacificar la plaza Catalunya no significa "sólo replicar la prueba piloto", porque poner pilonas en uno de los laterales no permitirá "alcanzar una solución definitiva". "Necesitamos estudiarlo bien arquitectónicamente y analizar toda la movilidad de la zona", explica Salellas.
"A la hora de plantear una propuesta, no se trata sólo de actuar con el tráfico de la plaza Catalunya, sino de hacerlo con una visión más amplia; porque, al fin y al cabo, también se afectan otras calles", dice Lluc Salellas. "Esta, precisamente, es una de las conclusiones que sacamos de la prueba piloto, y por tanto, esto hace que vayamos un poco más lentos a la hora de concretar el proyecto", concluye el alcalde de Girona.