El alcalde de Figueres, Jordi Masquef, anunció hace unos días en el Pleno extraordinario del Ayuntamiento, que el consistorio iniciará los trámites para suspender las licencias de determinados tipos de negocios que, según ha dicho, degradan la imagen de la ciudad. La medida afectará a las nuevas aperturas de supermercados 24 horas, tiendas de carcasas y accesorios de telefonía, establecimientos de uñas, kebabs y comida rápida, así como tiendas de productos derivados del cannabis (CBD).
Esta decisión sigue la línea de las restricciones ya aplicadas anteriormente a los salones de juego y apuestas. “No podemos permitir que espacios nobles de la ciudad, como la Rambla, se llenen de comercios de dudosa calidad que degradan la imagen de Figueres”, ha afirmado Masquef en una publicación en sus redes sociales.
La iniciativa ha recibido reacciones positivas entre algunos vecinos y usuarios de Instagram. “¡Tiendas de calidad son esenciales para el bienestar de una ciudad! Bien dicho”, ha escrito un seguidor. Otra usuaria, en la misma línea, ha añadido: “Me parece perfecto, Jordi. Se debe fomentar el pequeño comercio y dar facilidades a quien quiera abrir algún establecimiento en la ciudad”.
Sin embargo, también ha habido voces críticas con la iniciativa y con el lenguaje empleado por el alcalde. “Me parece bien que se regule lo que se ve por la ciudad, pero creo que no es acertado, y menos por parte de un alcalde, calificar de dudosa calidad el negocio de cualquier autónomo… Los negocios son empresas que mejoran la economía de un lugar y creo que todos estos que supuestamente 'manchan' la imagen pagan puntualmente sus impuestos. Por el tipo de negocio que señala, veo un cierto aire racista en la publicación, aunque quizás me equivoco…”, ha opinado otro usuario.
