La temporada de cruceros en los puertos de la Costa Brava se ha cerrado con 80 escalas, cerca de 69.000 pasajeros y un impacto económico de casi 6 millones de euros, un 29% más que el año pasado. Son "cifras de récord", según el secretario general de movilidad, Manel Nadal. El puerto de Palamós ha alcanzado su mejor registro con 65.000 pasajeros, mientras que Roses ha triplicado los visitantes respecto al año pasado, llegando a los 4.000. A pesar de los buenos resultados, Nadal asegura que "no pueden crecer indefinidamente" por motivos de sostenibilidad. Los ayuntamientos hacen un buen balance, aseguran que "son destinos consolidados" y valoran especialmente la desestacionalización, con más escalas en temporada baja, que favorecen el comercio y los servicios locales.
El secretario general de Movilidad e Infraestructuras de la Generalitat, Manel Nadal, ha calificado la temporada de cruceros de "importantísima", donde se han registrado cifras récord tanto en número de escalas como de pasajeros. Nadal ha subrayado la tendencia a la desestacionalización de los cruceros, con llegadas en temporada media y baja. "Es lo que queremos, que la gente venga a Palamós, a Roses y a la Costa Brava durante todo el año", ha afirmado.
A pesar de los buenos resultados, el secretario ha remarcado que "no se puede crecer indefinidamente" por motivos de sostenibilidad y de impacto en el medio ambiente, pero que aspiran a llegar a unas 70 escalas anuales en el puerto de Palamós.
El puerto de Palamós ha cerrado 2025 con 65.000 pasajeros y 65 escalas de crucero, con un incremento del 30% en escalas y un 27% en pasajeros respecto al año anterior, alcanzando un récord histórico. En este municipio, un 63% de los cruceros han llegado en temporada baja.
La alcaldesa del municipio, Maria Puig, ha celebrado que el cierre de la temporada coincida con la llegada de un crucero, el AIDAluna, que hacía escala por primera vez en el municipio. También ha destacado que, según recoge un estudio de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA), se estima que cada pasajero cuando desembarca en un puerto escala y visita el destino gasta de media 90 euros. Asegura que esto crea "un impacto positivo en el comercio y en todos los servicios especializados".
Además, también ha destacado que el atractivo de Palamós es la proximidad del puerto al centro de la ciudad y que "el comercio los acoge".
Modelo de cruceros pequeños
El puerto de Roses ha recibido 15 escalas de crucero este año, y el municipio ha sido visitado por 4.000 pasajeros, casi triplicando los que lo hicieron el año pasado. En este caso, la mitad de los cruceros han hecho escala en temporada baja.
El alcalde de Roses, Josep Maria Martínez, ha asegurado que ellos defienden un modelo adaptado a las características del puerto rosense, y apuestan por acoger cruceros pequeños, más compatibles con un puerto de dimensiones reducidas y poca profundidad.
Según Martínez, el impacto económico de los cruceros se extiende más allá del municipio, con beneficios en otros puntos del territorio, como Figueres, Cadaqués o Portlligat. También remarca que la temporada se ha alargado. En este sentido, ha asegurado que "recibir un crucero el 13 de diciembre, como hoy, era impensable hace años". También ha apuntado que este tipo de turismo complementa el tradicional, que llega mayoritariamente al municipio en coche.
Nacionalidades de los pasajeros
Las nacionalidades que más han visitado Palamós a través de crucero han sido los británicos (72%), seguidos de los norteamericanos (12%), irlandeses (3%), alemanes (3%), australianos (2%) y canadienses (1%).
En Roses, en cambio, los cruceristas mayoritarios han sido estadounidenses (34%), franceses (21%), australianos (8%), británicos (7%), belgas (4%), canadienses (2%), suizos (1,5%) y alemanes (1%).
El cierre de la temporada este sábado ha coincidido con la primera escala del crucero AIDAluna en Palamós, que zarpará esta tarde hacia el puerto de Barcelona.