Sant Feliu de Llobregat ha puesto en marcha un proceso de planificación estratégica para orientar el futuro de sus principales ámbitos industriales. El Ayuntamiento quiere impulsar una transformación que actualice espacios considerados obsoletos y que permita generar un nuevo entorno de actividad económica capaz de encajar con las necesidades de la región metropolitana.
La iniciativa engloba áreas como El Pla, Les Grases, Matacàs y el corredor del Torrent del Duc, que conforman uno de los conjuntos de suelo productivo más extensos del municipio. El proyecto se centra en modernizar infraestructuras, rediseñar usos y establecer un modelo que garantice competitividad futura.
Objetivo: modernización y nueva economía
La planificación que estudia el consistorio se basa en un diagnóstico compartido con empresas locales y agentes económicos. Los primeros documentos de trabajo señalan la necesidad de crear espacios más flexibles, aptos para actividades tecnológicas y para sectores industriales con alto componente de innovación.
Este proceso llega en un contexto de profundas transformaciones en la economía metropolitana, con un peso creciente de la actividad digital y de la manufactura avanzada. Sant Feliu aspira a posicionarse como un punto estratégico dentro de este mapa, aprovechando la conectividad y la presencia de empresas ya consolidadas en la ciudad.
Un espacio pensado para diversificar sectores
Aunque el proyecto todavía se encuentra en fase inicial, las líneas de trabajo contemplan la potenciación de diversos ámbitos económicos. Entre ellos, la industria vinculada a la salud, la electrónica, la fabricación especializada y actividades digitales que requieren entornos mixtos de oficinas y talleres técnicos.
La voluntad municipal es que este futuro espacio sirva tanto para reforzar las empresas que ya forman parte del tejido local como para atraer nuevos proyectos que busquen un entorno de innovación y proximidad con Barcelona.
Impacto económico y ocupacional
Las estimaciones preliminares apuntan a que la reactivación de estos sectores podría incrementar notablemente la capacidad de ocupación de Sant Feliu durante las próximas décadas. La previsión incluye la creación de miles de puestos de trabajo, directos e indirectos, así como un aumento de la actividad productiva en un municipio que aspira a diversificar su PIB.
En paralelo, el proyecto contempla mejoras en movilidad, sostenibilidad y calidad urbana, con el objetivo de que el nuevo espacio industrial sea más eficiente energéticamente y esté más integrado con la ciudad.
Una hoja de ruta compartida con el sector empresarial
La alcaldesa de Sant Feliu, Lourdes Borrell, ha reiterado la voluntad de trabajar con las empresas del territorio para que la transformación industrial responda a necesidades reales. Considera que el desarrollo de este futuro espacio productivo debe devenir una “herramienta de acompañamiento” para el sector privado, favoreciendo la retención de talento y la estabilidad a largo plazo.
Con esta hoja de ruta, Sant Feliu se prepara para afrontar una de las transformaciones más relevantes de los últimos años, con la mirada puesta en consolidarse como un municipio clave dentro de la economía del Baix Llobregat.
