El secretario de Movilidad e Infraestructuras, Manel Nadal, ha reclamado a Renfe que investigue el desalojo de un tren de la línea R2 Sur en la estación de El Prat de Llobregat y que ofrezca disculpas y explicaciones a los viajeros afectados. Nadal lo ha expresado a través de un mensaje en la red X, después de que los pasajeros fueran obligados a bajar del convoy porque el maquinista había llegado al límite legal de horas de conducción.
Fuentes de Renfe han confirmado que, por estrictos motivos de seguridad, los maquinistas no pueden superar el tiempo máximo de conducción establecido. Según la operadora, el tren afectado circulaba fuera de su horario habitual a consecuencia de una incidencia en la infraestructura ferroviaria que ha provocado retrasos generalizados durante toda la mañana.
Final de trayecto inesperado
El tren, que tenía como destino final la estación de Francia, acabó el recorrido en El Prat de Llobregat hacia las 12 del mediodía. Los pasajeros tuvieron que bajar del convoy, aunque Renfe asegura que pudieron continuar el viaje con los siguientes trenes que pasaron por la estación.
La operadora ha lamentado las críticas recibidas y ha defendido que la decisión responde exclusivamente a criterios de seguridad. En este sentido, Renfe considera que cuestionar la actuación del maquinista implica “menoscabar la seguridad” de los viajeros.
Retrasos en diversas líneas
El episodio se enmarca en una incidencia registrada a partir de las ocho de la mañana en la infraestructura entre El Prat de Llobregat y Bellvitge, que ha provocado afectaciones en las líneas R2 Sud, R13, R14, R15, R16 y R17. Este problema ha alterado la circulación habitual y ha hecho que algunos trenes llegaran a los límites operativos de sus conductores antes de completar el recorrido previsto
Renfe ha querido desvincular este caso de una posible falta de recursos humanos. Según la empresa, en las últimas semanas se han incorporado 34 nuevos operadores al Centro de Gestión y cerca de un centenar de nuevos maquinistas, con el objetivo de reforzar el servicio.
A pesar de las explicaciones de la operadora, el desalojo del tren ha vuelto a poner en el punto de mira la fiabilidad del servicio de Cercanías y ha generado nuevas críticas institucionales en un contexto de retrasos recurrentes y malestar entre los usuarios.