El Ayuntamiento de Molins ha anunciado el inicio inminente de unas obras de emergencia en la piscina municipal después de detectarse un incremento grave de las fugas de agua en el vaso principal. Los trabajos comenzarán en la primera semana de octubre y se alargarán entre tres y cuatro meses, con previsión de finalizar a finales de enero de 2026.
Una situación sobrevenida
Según ha explicado el alcalde de Molins de Rei, Xavi Paz, la situación se ha acelerado a raíz del aumento repentino de las pérdidas de agua durante el primer semestre de 2025. Ante este hecho, en julio se activó un procedimiento de emergencia que ha permitido adjudicar rápidamente las obras, valoradas en 1,5 millones de euros.
“Lo primero que debemos garantizar es la estanqueidad del vaso de la piscina antes de cualquier otra reforma”, ha remarcado el alcalde. El proyecto incluye una renovación integral con tecnología que permitirá asegurar la impermeabilización y mejorar la durabilidad de la instalación.

Impacto para los deportistas y socios
El presidente del Club Natació Molins ha reconocido que la situación es “muy complicada”, especialmente para las secciones formativas y los equipos de competición, que necesitan mantener un espacio estable de entrenamiento. El club está negociando con otras piscinas poder acoger temporalmente los entrenamientos, aunque admite que la disponibilidad es limitada.
En cuanto a los socios, se están planteando diferentes opciones: desde actividades alternativas en seco hasta convenios con otras instalaciones que permitan mantener la condición de socio mientras duren las obras. Además, se ofrecerá una cuota reducida de “congelación” para aquellas personas que prefieran esperar la reapertura sin perder la antigüedad. “Sabemos que las molestias serán inevitables, pero estamos trabajando para que sean las mínimas posibles y dando seguridad a los socios de que hay soluciones en marcha”, ha afirmado el presidente.

Tres meses clave
El Ayuntamiento confía en que los trabajos no superen los cuatro meses, aunque el margen de seguridad es necesario por la complejidad de la obra. Durante este tiempo, la actividad acuática quedará detenida, aunque se mantienen contactos con escuelas y entidades para ofrecer alternativas provisionales.
El proyecto de reparación, que se suma a las diversas reformas que la piscina ha vivido desde su inauguración en el año 1971, permitirá garantizar su continuidad y prepararla para los próximos años.