Un juzgado penal de Barcelona ha absuelto a Paco Peral, padre de la exguardia urbana Rosa Peral, de la acusación de falso testimonio durante el juicio por el conocido 'crim de la Guardia Urbana'. A pesar de considerar probado que mintió a los Mossos d'Esquadra y también durante la vista oral, el magistrado concluye que estas falsedades no tuvieron impacto real en el desarrollo de la causa y, por tanto, no pueden ser perseguidas penalmente.
El acusado se enfrentaba a 1 año y 4 meses de prisión y 1.800 euros de multa por haber declarado que había visto a la víctima, Pedro Rodríguez, el 2 de mayo de 2017, cuando ya estaba muerto. Aquella fecha era un elemento clave para situar el momento exacto del crimen y determinar el papel de Rosa Peral y de Albert López. Pocos días después, sin embargo, Paco Peral admitió ante los agentes que había mentido para ayudar a su hija, que se lo había pedido. A pesar de ello, durante el juicio negó haber reconocido la mentira
El magistrado recuerda que un acusado puede mentir en defensa propia, pero un testigo no, y en este caso el hombre podría haberse acogido al derecho a no declarar, ya que la procesada era su hija. A pesar de la advertencia inicial del juez de que podía no hacerlo, Peral decidió declarar y juró decir la verdad, pero el tribunal no le avisó de las consecuencias de romper este juramento, como marca la ley.
Este ha sido uno de los puntos centrales del debate jurídico: la defensa sostenía que la falta de esta advertencia hacía ilegítima la prueba y obligaba a anular el procedimiento contra él. El juez, sin embargo, responde que no puede invalidar una prueba de un juicio ya celebrado y que, además, en aquel momento ninguna de las partes impugnó la situación.
A pesar de constatar las falsedades y destacar la contradicción entre la versión del padre y la de los dos agentes que declararon haber oído su confesión, el magistrado concluye que estas afirmaciones no hicieron variar ningún elemento esencial del proceso. Por ello, y solo por esta razón, opta por la absolución.
El caso vuelve a situar en el foco judicial y mediático el entorno de Rosa Peral, condenada junto con el agente Albert López por el crimen que conmocionó la opinión pública.
