Los Mossos d’Esquadra, en colaboración con la Guardia Urbana, han puesto en marcha este lunes un amplio dispositivo policial para desarticular varios puntos de venta y distribución de droga en Barcelona. La operación, que ha comenzado al mediodía, moviliza a cerca de 200 agentes de ambos cuerpos y se centra principalmente en el distrito de Ciutat Vella, aunque también se extiende a Sants-Montjuïc y el Eixample.
Según ha explicado Patricia Duran, subjefa de la comisaría de Mossos de Ciutat Vella, ya hay “diversos detenidos”, aunque el balance definitivo se hará una vez acabe el dispositivo. En total, la policía prevé desmantelar una decena de puntos de venta de sustancias estupefacientes y registrar tres domicilios y dos locales.
La investigación, que se encuentra bajo secreto de actuaciones, ha sido dirigida por la Unidad Regional de Investigación de Salud Pública de Barcelona, con la colaboración de la Guardia Urbana. También participan efectivos de la ARRO Barcelona, unidades caninas, de seguridad ciudadana, drones y el grupo de intervención Guilles.
Duran ha detallado que la investigación se inició hace diez meses, en enero, a partir de una “comunicación ciudadana intensa y continuada” que permitió identificar los puntos de venta de droga activos.
Por su parte, Carlos Alcaraz, intendente jefe de la comisaría de la Guardia Urbana de Ciutat Vella, ha subrayado que este dispositivo “tiene mucho que ver con el civismo y la convivencia”, ya que la presencia de narcopisos provoca una afectación “muy grave” tanto en las escaleras de vecinos como en la calle. También ha remarcado que estos espacios a menudo están vinculados a hurtos y otros delitos menores, y ha defendido la importancia de actuar “con rapidez y coordinación”
El teniente de alcaldía de Seguridad, Albert Batlle, ha elogiado la labor de los cuerpos policiales y ha afirmado que la lucha contra el tráfico de drogas y, especialmente, contra los narcopisos “debe continuar”. Batlle ha destacado el apoyo recibido de la judicatura y la fiscalía y ha reconocido que esta problemática es “una de las principales preocupaciones de la ciudadanía”, presente en los consejos de barrio, audiencias públicas y plenos municipales.
“El dispositivo envía un mensaje de tranquilidad y confianza en la profesionalidad de la policía, pero también un mensaje claro a los delincuentes: esta actividad no quedará impune”, ha concluido Batlle.
