La renovada plaza de Salvador Allende de Viladecans estrena unos juegos de agua infantiles

11 de junio de 2025 a las 19:21h

Los primeros juegos de agua infantiles de Viladecans se activaron el viernes 6 de junio en la renovada plaza de Salvador Allende, como parte del compromiso municipal con la sostenibilidad y el bienestar infantil. El nuevo espacio proporciona una zona de juego y refrescamiento durante los meses de calor. Cuenta con dos zonas diferenciadas: la primera está formada por diecisiete manantiales, que se activan siguiendo una secuencia predefinida al apretar un pulsador. La segunda zona está compuesta por dos círculos con agua pulverizada y dos cañones de agua, que se activan también al apretar un botón.

La iniciativa destaca por combinar el juego con la sostenibilidad. Toda el agua utilizada por las fuentes se infiltra en el freático, de forma que no se pierde. De esta manera, Viladecans trabaja para reforzar y reafirmar su compromiso como capital europea Green Leaf, premio otorgado este año por la Comisión Europea. Éste reconoce a Viladecans como una de las ciudades del territorio más comprometidas con el medio ambiente y el futuro sostenible.

Después de haber sido totalmente renovada, una vez entrada el otoño, comenzará la segunda fase de las mejoras de la plaza Salvador Allende. La plantación de árboles, que se había aplazado debido a la sequía, y la instalación de nuevos bancos proporcionará sombra y más espacios verdes, con el fin de cumplir con la Declaración de Viladecans 3-30-300. La iniciativa, aprobada en octubre de 2022, tiene como finalidad que cada persona pueda ver al menos tres árboles desde casa, tener un 30 % de cobertura vegetal en su barrio y estar a un máximo de 300 metros de un parque con vegetación. En Viladecans, esta idea inicial ha sido el punto de partida para el desarrollo del programa Vive Verde, un plan de Naturalización que pretende convertir plazas en espacios amables, que no liberen calor, crear bosques urbanos e interconectar parques y entornos naturales.

Los juegos de agua se activan cada día de 9 a 14 h y de 17 a 22 h. Los niños podrán disfrutar de ellos durante todo el verano, hasta el 15 de septiembre. Para mantener la seguridad, se pueden consultar las señales instalas en la plaza con las recomendaciones de uso.

Un espacio de encuentro ciudadano

La reurbanización del espacio público ha creado una gran plaza diáfana de casi 8.000 metros cuadrados con un espíritu abierto que integra a un mismo nivel varios espacios que habían sido aislados y no eran plenamente accesibles debido a la orografía en pendiente del terreno y de su separación entre sí por un tramo de calle Doctor Canonge Auguet,que ahora es para peatones. Así, la plaza ha potenciado su carácter de espacio de encuentro ciudadano, sobre todo porque dispone de un amplio espacio para celebrar eventos populares. Cuando el tiempo lo permita, después de que ya se haya terminado el periodo de sequía, se prevé plantar un total de 58 árboles nuevos y dotar más de 550 metros cuadrados de especies arbustivas con baja demanda hídrica adaptadas al clima actual.

La plaza vertebra un potente eje de movilidad entre la zona peatonal existente al norte y la plaza de Les Panes, creada hace pocos años. Y no es sólo un eje peatonal, ya que también incorpora un carril bici que conecta con más seguridad el barrio de El Molí-Ginestar con el eje ciclable de la riera de Sant Climent, uno de los espacios vertebrales para la movilidad personal sobre ruedas en la ciudad.

La renovación también ha supuesto la instalación de nuevo alumbrado LED de bajo consumo, mucho más eficiente y que aporta también más sensación de seguridad al entorno, diseñado así con perspectiva de género evitando también los rincones y muros que existían antes y limitaban la visibilidad.

Un tesoro bajo tierra que se podrá visitar en el futuro

Las obras comenzaron en enero de 2022, pero el descubrimiento de los restos del antiguo molino harinero propiedad de Pau Modolell hasta mediados del siglo pasado obligaron a detenerlas para llevar a cabo los trabajos para conservar una parte de este hallazgo, con el fin de convertirla en el futuro en un espacio de divulgación del patrimonio visitable. Esto supuso un retraso del plazo de obras, fijado en principio por diez meses y que se alargó hasta 2023.

Primero se tuvieron que detectar todos los restos, para posteriormente documentarlos estudiar cuáles serían interesantes de mantener y finalmente aplicar una solución temporal para preservarlos, hasta que se habilite bajo tierra un espacio divulgativo. A éste se accederá por unas escaleras a través de un ediculo que se integrará en el nuevo espacio público, cuya construcción se hará el próximo año. Más adelante se diseñará el proyecto para adecuar el espacio del subsol para ser visitable. Así, el barrio tendrá un espacio más de interés patrimonial para explicar la vida antigua en la ciudad.

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C CIUTAT
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