Este jueves, la Generalitat de Catalunya y el Ayuntamiento de L'Hospitalet de Llobregat han formalizado un acuerdo por el cual se compromete la Generalitat a adelantar los 39,8 millones de euros que corresponderían asumir al consistorio para el proyecto de soterramiento de la Gran Via entre Bellvitge y el río Llobregat. Este pacto, rubricado por el presidente Salvador Illa y el alcalde David Quirós, ratifica así el entendimiento anunciado hace seis meses.
Según las cláusulas establecidas, durante los próximos tres años será responsabilidad municipal devolver esta cantidad o bien aportar terrenos como compensación para futuros equipamientos públicos. El coste total estimado de la obra es de 135 millones de euros, de los cuales los 75,8 millones restantes serán sufragados por otras administraciones titulares de los terrenos implicados —como el Área Metropolitana de Barcelona (AMB) y el Gobierno español— así como por los propietarios particulares.
Calendario previsto para el proyecto
El inicio de los trabajos se prevé ahora para principios de 2027, una fecha que supone un ligero retraso respecto a los plazos inicialmente anunciados. La finalización del soterramiento está fijada para el año 2030, mientras que la urbanización completa se alargará hasta 2031.
El president Illa ha puesto de relieve que este proyecto forma parte esencial de lo que denomina el “pentágono metropolitano de la prosperidad compartida”, integrado por el conjunto de infraestructuras estratégicas ubicadas al sur de Barcelona: “el aeropuerto, el puerto, el Bioclúster, la Zona Franca y la Fira Granvia”. En sus palabras, “dentro de cinco años” estas instalaciones estarán plenamente operativas con ampliaciones y modernizaciones previstas.
Illa también ha resaltado que gracias al soterramiento se podrá consolidar una “nueva Gran Vía de la salud, del conocimiento, del espacio verde y de la prosperidad”, destacando que este eje metropolitano tiene capacidad para generar hasta 50.000 puestos de trabajo y una facturación estimada en unos 7.000 millones de euros. Estas cifras se acompañan de una mejora significativa en las condiciones urbanísticas de los barrios afectados —Bellvitge, La Gornal y La Marina— con una transformación orientada hacia un beneficio social amplio: “una transformación que genera prosperidad para toda Cataluña”.
El alcalde Quirós valora positivamente el acuerdo firmado
Por otro lado, David Quirós ha expresado agradecimiento porque este acuerdo haya pasado de las palabras a los hechos dotándolo “de forma jurídica” que permitirá encarar con garantías un calendario esperado desde hace décadas. Según ha afirmado textualmente: “Convertimos los acuerdos entre administraciones en certezas para los vecinos”, calificación que define esta rúbrica como un “punto de inflexión”. Para él representa también “el fin de una frontera” entre barrios diferentes porque se pueda empezar a construir “un nuevo corazón en el sur del área metropolitana”.
El alcalde ha subrayado especialmente que disponer ya de la financiación necesaria posibilita llevar a cabo una operación con impactos profundos más allá de los metros cuadrados afectados: “una operación de dignidad urbana y salud comunitaria” donde este espacio dejará atrás una función divisoria para convertirse en un elemento integrador mediante un urbanismo innovador.
Además, Quirós ha vinculado directamente esta iniciativa con la reciente transformación anunciada en el barrio del Samontà: mientras una acción libera suelo útil urbano; la otra asegura nuevas oportunidades sociales dirigidas especialmente a los colectivos más vulnerables. Con estas palabras ha resumido esta visión conjunta: “La ciudad que imaginamos en la Gran Via solo tiene sentido si mejoramos el día a día del Samontà”.
