Dos mujeres vierten un bote y medio de metadona en la cerveza de un amigo para robarle, y acaban matándolo

La fiscalía pide 18 años de prisión para las dos acusadas, que niegan los hechos

29 de octubre de 2025 a las 11:55h
Actualizado: 29 de octubre de 2025 a las 12:07h

Un jurado popular empezó a juzgar ayer martes a dos mujeres acusadas de matar a un amigo suyo introduciéndole metadona en una bebida, en un piso de Barcelona en agosto de 2021.

La fiscalía les pide 14 años de prisión por el crimen y cuatro más por robarle dinero y objetos de valor. Las dos mujeres han negado los hechos, han admitido que los tres se drogaron bastante aquella noche, pero no le introdujeron metadona en la bebida, y que cuando ellas se marcharon del piso, el hombre se encontraba bien

Una amiga de la víctima, sin embargo, ha asegurado que una de ellas le confesó el crimen.

RELATO DE LA FISCALÍA

Según la fiscalía, la noche del 11 al 12 de agosto de 2021 las acusadas estaban en casa de la víctima, en el barrio de la Font d'en Fargues, en el distrito de Horta-Guinardó, donde estuvieron, los tres, bebiendo alcohol y tomando muchas drogas diferentes.

En un momento determinado, sin que el hombre se diera cuenta, las dos mujeres, de "común acuerdo", le vaciaron en su cerveza un bote y medio de metadona que habían conseguido previamente en el CAS de Nou Barris, donde una de ellas consumía habitualmente.

Acto seguido, cuando el hombre ya notaba los efectos de la droga, forzaron una caja fuerte y se llevaron dinero, joyas, relojes y otros objetos, entre los cuales unos mandos de máquina de videojuegos que vendieron posteriormente en una tienda de segunda mano.

El hombre fue encontrado muerto al día siguiente por un amigo a causa de un edema agudo de pulmón con insuficiencia respiratoria aguda debido al alto consumo de opiáceos.

Por todo ello, la fiscalía les pide 14 años de prisión por homicidio y cuatro más por robo con fuerza en casa habitada, con los agravantes de abuso de superioridad y aprovechamiento de las circunstancias de lugar, todo como cooperadoras necesarias.

También les pide la prohibición de comunicarse o acercarse a la familia de la víctima durante ocho años más de la pena de prisión, así como una indemnización de 130.000 euros a la madre y el hermano del fallecido. Las defensas piden la absolución o una pena menor por la atenuante de drogadicción.

HABLAN LAS ACUSADAS

En la primera sesión del juicio, las dos acusadas han respondido a las preguntas de sus abogadas. Ambas han reconocido que tomaban drogas desde hacía tiempo y tenían buena relación.

Una de ellas ha explicado que llevaba unos dos botes de metadona que le habían dado ese mismo día en el CAS, pero ha negado que se los suministrara a escondidas a su amigo. De hecho, ha asegurado que la metadona se la racionaba para que le durara toda la semana y no tenía ningún motivo para matar a su amigo.

De hecho, cuando ella y la otra acusada salieron de madrugada del piso para ir a buscar más droga, el hombre estaba drogado pero "a gustito" y las ayudó a sacar el patinete a la calle. Ha añadido que si lo hubiera visto en malas condiciones no lo habrían dejado solo.

La otra acusada ha explicado que en un momento determinado, cuando el hombre salió del piso para ir a comprar drogas, la otra mujer empezó a buscar metadona de forma desesperada.

Encontraron una caja con dinero y objetos, que se quedaron para poder comprar más drogas ellas, pero ha negado haber puesto metadona en la bebida del hombre.

Cuando se marcharon del piso para ir a comprar drogas, el hombre estaba "mejor" que ella misma, ha asegurado, y hablaron por teléfono con él un rato después. De hecho, ha asegurado que se enteró de la muerte del hombre un día después, cuando un amigo encontró el cadáver.

TESTIMONIO DE UNA TERCERA PERSONA

Finalmente, ha declarado, entre algunas contradicciones, una tercera amiga de la víctima y también de la primera acusada. Ha admitido que ella también se drogaba, pero no tanto como los otros tres.

La tarde antes de los hechos, las dos chicas le habrían insistido para unirse a la fiesta, pero el hombre no quería que ella fuera porque le debía 70 euros de unas drogas que le había vendido hacía días, y por eso no fue.

Al día siguiente al mediodía el hombre llamó a esta testigo y le dijo que fuera a su casa porque se encontraba mal, y sospechaba que las otras dos amigas le habían puesto metadona en la cerveza. Ella le dijo que mirara si le habían robado algo. El hombre ya no volvió a llamarla.

Al día siguiente, su amiga fue a casa de esta mujer y le admitió los hechos. Además, se quedó 15 días en su casa porque no tenía dónde ir, y esta testigo ha admitido que tenía mucho miedo porque quería denunciarla, pero a la vez no sabía si la mujer tomaría represalias contra ella o su hija.

También ha asegurado que la mujer le admitió que ya había hecho lo mismo anteriormente con otro individuo, cosa que ella denunció a los Mossos y la policía no pudo investigar porque la hermana de este primer muerto no quería desenterrar el cadáver para hacerle la autopsia.

Cuando pudo denunciar el crimen de la Font d'en Fargues a los Mossos, 15 días después de los hechos, la mujer empezó a recibir amenazas por parte de las dos acusadas, que fueron arrestadas meses más tarde.

La testigo también ha explicado que duda que las dos mujeres robaran solo 300 euros a la víctima y algunos objetos, ya que todas sabían que el hombre había recibido una indemnización por un accidente. Ha asegurado que los investigadores le dijeron que la mujer ya era sospechosa de otros robos a personas mayores.