La Diputación de Barcelona asumirá la mitad del coste total necesario para adecuar el Antic Teatre del Campus Mundet, que acogerá el Barcelona Center for Applied Neurosciences (BCAN). Esta iniciativa cuenta con un presupuesto global de 11.801.116,55 euros y recibe también financiación de la Generalitat de Catalunya a través de una subvención del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER).
El BCAN se propone como un núcleo científico puntero a nivel mundial, que liderará la investigación e innovación en el ámbito de las neurociencias y las neurotecnologías aplicadas a la salud. Este proyecto multidisciplinar involucra a agentes de los sectores científico, sanitario, tecnológico y empresarial. La iniciativa está liderada por la Universitat de Barcelona, concretamente mediante el Instituto de Neurociencias (UBneuro), con el apoyo institucional tanto de la Generalitat como de la Diputación, y se encuentra abierta a otras universidades públicas barcelonesas vinculadas a esta disciplina
En España no existe actualmente ningún centro comparable al BCAN, que será uno de los pocos institutos europeos dedicados integralmente a diversas ramas como neurociencia cognitiva, neuroimagen, neuroestimulación, realidad virtual, genética, biomarcadores o inteligencia artificial aplicada. El incremento de los casos relacionados con enfermedades neurológicas y trastornos mentales sitúa esta área como una prioridad científica. En Europa hay aproximadamente 10 millones de personas afectadas por demencia —una cifra que podría duplicarse antes de 2050— mientras que unos 40 millones sufren depresión clínica. Por ello mismo, el BCAN representa una oportunidad clave para que Cataluña se convierta en un referente internacional en innovación aplicada a las neurociencias.
El proyecto acumula ya avances importantes: se ha adquirido material especializado y se ha contratado personal inicial para crear la Unidad de Neurociencia Cognitiva. De esta manera, cuando finalicen las obras no habrá que empezar desde cero; el centro ya estará activo y será capaz de atraer talento e inversiones empresariales destacadas.
Un espacio donde confluyen innovación científica y patrimonio artístico
La ubicación escogida para el BCAN es el Antiguo Teatro del Campus Mundet. Los arquitectos Barceló Balanzó y Scob ganaron el concurso público celebrado el pasado junio con una propuesta que respeta la esencia original creada por Josep Maria Baldrich. El diseño mantiene elementos emblemáticos como la grada del teatro y pone en valor los murales artísticos firmados por Josep Guinovart, Julio Bono y Armand Olivé.
Estos murales dejarán de actuar solo como adornos para convertirse en ejes identitarios gracias a una intervención arquitectónica que integra memoria artística con tecnología puntera. Así pues, el nuevo edificio combinará patrimonio cultural y científico en un ambiente armonioso.
Estructura funcional sostenible
Dentro del diseño interior se mantendrán a nivel de acceso espacios sociales como zonas comunes, vestíbulo o atrio polivalente; mientras que laboratorios avanzados quedarán situados en zonas más reservadas. El edificio también contará con una Neuroincubadora, destinada a validar tecnologías emergentes así como a fomentar la participación ciudadana.
Además integrará oficinas administrativas del Campus Mundet y áreas docentes conformando así un complejo orientado simultáneamente a investigación científica, innovación tecnológica y formación académica.
La obra incorpora estrategias bioclimáticas avanzadas: fachadas activas, cubierta verde fotovoltaica, gestión eficiente de los recursos hídricos y materiales sostenibles con bajo impacto ambiental. Todo ello se realiza aprovechando la estructura existente combinada con sistemas industrializados secos que reducen tiempos de ejecución así como residuos económicos.
El inicio previsto de los trabajos es julio de 2027; mientras que está planificado concluirlas en diciembre de 2028.
La evolución histórica de las Llars Mundet
A mediados del siglo XX las Llars Mundet acogieron hasta a unas 2.250 personas entre residentes y personal laboral, pero durante los años ochenta y noventa cambió radicalmente su función social a raíz de nuevas normativas estatales combinadas con transformaciones sociales. Esto provocó que dejara de ofrecer servicios tipificados de hospicio heredados antiguamente.
Por otro lado, queda pendiente recuperar el espacio teatral central —con capacidad aproximada para 1.300 espectadores— hoy en día sin uso después de que el teatro fuera cedido por parte de Diputación a la Universitat el año 1994 dentro de los planes de ampliar el campus universitario Mundet.