La Policía Nacional ha detenido en El Prat de Llobregat (Baix Llobregat) a cuatro cabecillas de un grupo de narcotraficantes que se dedicaba al tráfico de marihuana y hachís recibiendo, empaquetando y distribuyendo la droga.
La banda utilizaba almacenes alquilados para ocultar y almacenar drogas, para después distribuirlas con furgonetas de reparto. La policía decomisó 215 kilos de marihuana envasada al vacío y 36 kilos de hachís embalados en planchas como si fueran ladrillos. Además, ponían geolocalizadores a la droga por si se la robaban
La policía inició una investigación a partir de una información que revelaba una actividad delictiva relacionada con el tráfico de drogas. A mediados de octubre pasado, a través de fuentes confidenciales, se tuvo conocimiento del posible uso de un trastero ubicado en una empresa de alquiler como lugar utilizado para ocultar sustancias estupefacientes, principalmente hachís y marihuana.
El 'modus operandi' de este grupo delincuente consistía en recibir la droga que llegaba escondida en grandes bolsas de rafia, y después realizar un embalaje más profesional y dejarla preparada para su posterior distribución a través de furgonetas de reparto. Se decidió acelerar la actuación policial porque los delincuentes pretendían sacar una gran cantidad de drogas escondidas del trastero.
Cuando la investigación estaba muy avanzada y debido a la gran cantidad de personas yendo y viniendo a la zona de los trasteros, el mando del operativo valoró la mejor opción para precipitar la actuación policial, se identificó a los investigados y se registraron las cajas que pretendían retirar dentro de una furgoneta de carga. Tras comprobar que en el interior del embalaje de las cajas se había encontrado una gran cantidad de droga, los cuatro miembros de la organización criminal fueron detenidos.
El operativo policial tuvo lugar en la carretera de Ca l'Alaio, en El Prat de Llobregat, y se han intervenido más de 215 kilos de marihuana y 36 kilos de hachís, perfectamente empaquetados y escondidos en cajas, efectivo y una furgoneta de reparto.
Al realizar un registro exhaustivo de las cajas, los agentes quedaron sorprendidos por el hecho de que este grupo utilizaba geolocalizadores que estaban ocultos en el interior de los envases de la droga, con el fin de tener un control total sobre el itinerario de la sustancia estupefaciente y tener capacidad de reacción para saber dónde se encontraba la droga en caso de que otra banda rival se la robara.
A los cuatro detenidos se les atribuyen unos delitos de pertenencia a organización criminal, tráfico de drogas, y a uno de ellos se le abrió un expediente preferente por vulneración de la ley de extranjería