La Guardia Urbana de Barcelona ha acabado desalojando a un grupo de treinta personas sin techo que habían provocado malestar entre los vecinos del Parque de Joan Miró, en el Eixample. Aunque los afectados no habrían protagonizado incidentes violentos, los vecinos habían expresado al concejal del distrito, Jordi Valls, que se debía buscar alguna solución tanto en el ámbito de servicios sociales como de limpieza y seguridad.
Tal como ha informado Betevé, las reclamaciones de los vecinos también llegaron a la síndica de greuges de Cataluña, Esther Giménez-Salinas. Esta elevó las quejas al Ayuntamiento de Barcelona, pidiendo explicaciones con la intención de conocer qué plan tenían para solucionar la situación de la treintena de personas sin techo del Parque de Joan Miró. De esta forma, el objetivo principal de las actuaciones es que el espacio del Eixample vuelva a cumplir con la función social y ambiental, en condiciones de dignidad y seguridad para los vecinos y vecinas.

Mossos, Guardia Urbana, Servicios Sociales y los equipos de limpieza están trabajando en el desalojo
Igualmente, las mismas quejas también habrían alertado de la sensación de desorden de toda la zona del Parque de Joan Miró. Las obras de ampliación de la L8 y la nueva red freática ha condicionado de forma importante la realidad del distrito durante los últimos meses, lo que habría desencadenado la operación conjunta de desalojo entre los Mossos d'Esquadra y la Guardia Urbana de Barcelona. Además, esta actuación se está ofreciendo con colaboración de los servicios sociales y de los servicios de limpieza para intentar minimizar las posibles afectaciones a los vecinos.
La treintena de personas sin hogar se habían instalado junto a la Biblioteca Joan Miró, en una zona porticada donde conseguían refugiarse de las inclemencias climatológicas. A pesar de ello, el Ayuntamiento estaría buscando una solución urgente a la situación de los afectados para intentar mejorar sus condiciones de vida a la vez que recuperan la normalidad en el barrio del Eixample.