La policía catalana ha logrado detener a un grupo de cinco delincuentes multireincidentes que la mañana del 2 de agosto atracaron violentamente a una pareja en Cornellà de Llobregat. Tres de los ladrones, los que todos sumados acumulan más de una veintena de antecedentes, aprovecharon que una pareja acababa de estacionar su vehículo para intentar robar sus pertenencias. Los asaltantes provocaron daños al vehículo con un mazo y después de intimidar a las dos víctimas con una arma de fuego, electrocutaron a una de ellas con una defensa eléctrica.
Debido a la violencia que utilizaron durante el robo, los ladrones lograron sustraer dos cadenas de oro, una pulsera, un reloj y un bolso de mano. Acto seguido, los tres individuos huyeron del lugar con un coche conducido por un cuarto implicado y gracias a este turismo la policía ha podido seguir la pista de los atracadores.
Los Mossos localizaron algunos de los objetos sustraídos en los domicilios registrados
Los Mossos lograron el registro del vehículo y descubrieron que éste había sido alquilado unos días antes del robo. Además algunos de los implicados en el caso habían comprado varias herramientas para llevar a cabo el delito, por lo que dos de ellos fueron investigados inmediatamente. Tan sólo dos días después, una patrulla los localizó en un nuevo atraco en una joyería de Barcelona, por lo que quedaron detenidos in fraganti.
Gracias a todas las pruebas recaudadas, el juzgado de instrucción 1 de Cornellà autorizó el registro en dos domicilios sospechosos de Barcelona y Santa Coloma de Gramenet. En éstos, los agentes localizaron una quincena de joyas, entre ellas una de las cadenas sustraídas en el violento robo del 2 de agosto, y más de una decena de relojes. Además, en la vivienda en cuestión también estaba la caja de la defensa eléctrica, un chaleco y ropa que encajaba con la que emplearon para atracar a la pareja.
De esta forma, los cinco hombres implicados de entre 24 y 42 años quedaron detenidos el pasado 16 de septiembre. Cuatro de ellos pasarán a disposición judicial y uno quedó en libertad con obligación de personarse ante el juez cuando éste lo considere. De esta forma, el robo que tuvo lugar en Cornellà de Llobregat quedará en un fuerte susto que se ha podido solucionar más de un mes después.
