El Hospital Universitario de Bellvitge y el Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) han liderado un ensayo clínico multicéntrico en colaboración con 20 hospitales del Estado que confirma que la escleroterapia con alcohol después de la punción ecoguiada del quiste de ovario es una alternativa segura en el caso de endometriomas.
Además, se ha demostrado más eficaz y menos invasiva que la cirugía laparoscópica en el tratamiento de estos endometriomas, una de las manifestaciones más frecuentes de la endometriosis. Se trata de un procedimiento ambulatorio, de unos 30 minutos y habitualmente sin anestesia general, que reduce complicaciones y mejora el control del dolor. El estudio se ha publicado en la revista 'Archives of Gynecology and Obstetrics'.
Los endometriomas se desarrollan en el 20-40% de las mujeres que tienen endometriosis. Además, según series recientes, hasta un 30-40% de las mujeres que ya consultan por dificultades reproductivas presentan un endometrioma o endometriosis ovárica.
Se trata del primer ensayo clínico aleatorizado en un entorno real que compara las dos técnicas, este procedimiento y la cirugía. Han participado 167 mujeres de 18 a 40 años con endometriomas de hasta 10 centímetros
Los resultados indican que la escleroterapia presenta una seguridad comparable a la cirugía, ya que las complicaciones graves son muy infrecuentes (1,1%). Tras más de dos años de seguimiento, la recurrencia es similar entre los dos grupos (22,8% en escleroterapia y 25,7% en cirugía), mientras que el control del dolor muestra una tendencia hacia una mejor evolución en las pacientes tratadas con alcohol (89% de alivio o desaparición del dolor vs. 66% en las operadas).
Por otro lado, esta técnica, a diferencia de la cirugía, **no requiere ingreso hospitalario** y no comporta riesgo de adherencias ni de extracción ovárica en casos complejos, pudiendo preservar mejor la reserva ovárica, especialmente relevante en mujeres jóvenes o con deseo reproductivo. Además, el coste hospitalario es casi cinco veces inferior que el de la cirugía
La médica del Servicio de Ginecología del Hospital de Bellvitge, investigadora del IDIBELL y responsable del estudio, la doctora Amparo García-Tejedor, afirma que el ensayo aporta evidencia sólida para que los profesionales puedan ofrecer opciones menos agresivas, igualmente efectivas y mucho más eficientes desde el punto de vista de la sostenibilidad del sistema sanitario.
"Es una alternativa que puede transformar la práctica clínica porque podría preservar mejor la función ovárica, evita riesgos quirúrgicos y da más autonomía a las mujeres", asevera.
Los expertos destacan que los resultados refuerzan la necesidad de tratamientos personalizados, teniendo en cuenta la edad, el dolor, el deseo reproductivo y el impacto de la endometriosis en la vida diaria de cada mujer.
NUEVA LÍNEA DE INVESTIGACIÓN
Como continuación de este ensayo, el Servicio de Ginecología de Bellvitge ha puesto en marcha el nuevo estudio ESCOMA para analizar si la función ecoguiada con alcohol puede preservar mejor la función ovárica y mejorar la calidad de vida de las mujeres con endometriosis ovárica.
El estudio incluirá 288 mujeres y comparará la evolución de las tratadas con la punción con las que reciben solo tratamiento médico. Se observará el dolor, la calidad de vida, la fertilidad, los folículos ováricos y las tasas de embarazo