Barcelona ya ha fijado fecha para su gran simulacro de calor extremo, que recreará un episodio de hasta 50 °C en la ciudad: se hará el primer trimestre de 2027 y durará más de un día. Así lo ha detallado la primera teniente de alcaldía, Laia Bonet, en declaraciones a la ACN.
Según ha explicado, hasta finales de 2026 se llevará a cabo un diagnóstico previo para analizar la situación, planificar el operativo y preparar el ejercicio, que constará de dos grandes tests: uno para simular los efectos reales del calor extremo sobre el terreno, y otro para evaluar la coordinación de los servicios municipales.
Bonet presentará el proyecto esta semana en la cumbre internacional C40 de alcaldes, que se celebra en Rio de Janeiro (Brasil) entre el 3 y el 5 de noviembre, a las puertas de la COP30.
Una prueba sin precedentes
El simulacro se hará en espacios concretos de la ciudad —aún por determinar— y no a nivel de toda Barcelona. “Lo que buscamos no es una respuesta a escala de ciudad, sino ensayar y sacar conclusiones”, ha explicado Bonet. El objetivo es obtener información útil para actualizar los protocolos municipales ante episodios de calor extremo.
Durante 2026, el diagnóstico se centrará en evaluar cómo resistirían las infraestructuras (pavimentos, redes eléctricas o transporte) y en coordinar a los actores clave: escuelas, hospitales, servicios municipales, operadores de transporte, empresas de suministro y entidades vecinales.
Simulación y respuesta coordinada
El simulacro de 2027 se dividirá en dos partes.
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Primera fase: se recrearán los efectos reales de un episodio de calor extremo en determinados puntos de la ciudad —como colapsos, desmayos o afectaciones al tráfico y a los servicios—. También se pondrán en marcha refugios climáticos, puntos de agua o ventiladores, según las conclusiones del diagnóstico previo.
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Segunda fase: servirá para probar la coordinación del “gabinete de crisis”, con la participación de los servicios municipales, emergencias, sanidad, Protección Civil, operadores eléctricos y de comunicaciones, y otros organismos implicados.
Además, se prevé ensayar escenarios adversos, como fallos de suministro eléctrico o de telecomunicaciones, para evaluar la respuesta del sistema en situaciones límite.
Colaboración científica
El proyecto contará con la colaboración del Servicio Meteorológico de Cataluña (SMC), que ayudará a modelizar los escenarios climáticos futuros y a analizar la sensación térmica que podría producirse con temperaturas cercanas a los 50 °C.
“Hay que actuar con responsabilidad ante la crisis climática”
Laia Bonet ha reivindicado que el simulacro es una acción pionera para preparar la ciudad ante la emergencia climática. “Tenemos que actuar con más responsabilidad en un momento en que el negacionismo climático se está haciendo fuerte en el mundo”, ha asegurado.
El proyecto de Barcelona se suma a los planes de acción climática que ciudades como Londres o París presentarán también en la cumbre C40, con el objetivo común de mejorar la resiliencia urbana ante el calentamiento global.