Barcelona responde al auge de los cruceristas con una reducción de terminales

La Ciudad Condal se ha consolidado como el sexto puerto de cruceros del mundo con 3.655.981 movimientos de pasajeros

11 de agosto de 2025 a las 08:50h

“Por primera vez en la historia, Barcelona pone límites a los cruceros”. Es una afirmación del alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, del 17 de julio, el día en que el Ayuntamiento y el Puerto de la ciudad firmaron un protocolo para reducir las terminales de cruceros de 7 a 5. Barcelona afronta esta reducción desde una posición líder en Europa y sexta en el mundo en movimientos de pasajeros, que no han parado de crecer hasta los 3,6 millones de 2024, y que suben un 15,7% en lo que llevamos de año. Por delante de Barcelona están los puertos del Caribe y, justo por detrás, Civitavecchia (Roma). El profesor Daniel Imbert-Bouchard cree que Barcelona “no puede crecer indefinidamente”, pero calcula que los efectos de la reducción de terminales no se notarán de manera inmediata.

En 2024, Barcelona se situó como el sexto puerto de cruceros del mundo con 3.655.981 movimientos de pasajeros, según datos del Puerto que siguen el estándar internacional. Se trata de un crecimiento del 2,4% respecto al año anterior, por debajo de los principales puertos de Europa.

A nivel mundial, por delante de Barcelona se sitúan los cinco puertos del Caribe. El puerto de Miami, en Florida (EE.UU.), es el más transitado del mundo en cuanto a cruceristas, según la misma institución ha confirmado a la ACN, con 8,2 millones entre octubre de 2023 y septiembre de 2024. De hecho, el puerto utiliza el lema 'Cruise Capital of the World' ('la capital mundial de los cruceros') y sumó un 12,8% más de afluencia que en el mismo período del año anterior. El puerto Cañaveral, en el cabo Cañaveral, también en Florida, es el segundo del mundo, con 7,6 millones de usuarios (+11,8%), por delante del de Nassau (Bahamas), con 5,6 millones en 2024 (+26% respecto a 2023) y del de Cozumel (México), que sumó 4,6 millones el año pasado (+13%). El de Everglades, también en Florida (EE.UU.) ocupa el quinto lugar mundial (4 millones).

El Puerto de Barcelona es, así, el sexto del mundo en tráfico de pasajeros de cruceros y el líder a escala europea. Se posiciona por delante de Civitavecchia y de Southampton que, con 3 millones de pasajeros el año pasado (+15,4% anual), lidera el norte del continente. Marsella, en la Costa Azul francesa, es cuarta con 2,4 millones (-5,6%), y Palma, quinta (1,8 millones, -3%). El conjunto de los puertos de las Islas Baleares suman dos millones y medio de cruceristas, por debajo de los 3,2 millones de la suma de puertos de las Islas Canarias.

Los puertos de Nápoles (1,7 millones), el Pireo, en Atenas (casi 1,7 millones), Génova (1,5 millones), Santorini (1,35 millones) y Hamburgo (1,3 millones) completan el 'top 10' europeo. Mykonos (1,29 millones) y Kiel (1,2 millones) cierran la lista de los puertos que superaron el millón de cruceristas el año pasado. En conjunto, una cuarentena de ciudades recibieron más de medio millón de pasajeros, según datos oficiales de cada autoridad y de la asociación de puertos cruceristas mediterráneos MedCruise, que sitúa también Barcelona –uno de sus puertos asociados– en primer lugar del ranking con 3,6 millones de pasajeros, en la línea de los datos que proporciona el Puerto.

Daniel Imbert-Bouchard, profesor del CETT Barcelona School of Tourism, Hospitality and Gastronomy, un centro adscrito a la UB, ha explicado a la ACN que el hecho de que la ciudad tenga una "estrategia propia y natural" en cuanto al turismo que también está "orientada al Mediterráneo" es otro de los factores. El hecho de estar "bien conectada" con el aeropuerto y también mediante otras redes de comunicación con el resto del Estado y del continente son "un atractivo potente", así como la infraestructura que se ha creado en los últimos años en torno a los cruceros. Además, el doctor en Geografía y licenciado en Turismo del CETT destaca que el puerto está mucho más cerca de la ciudad que en el caso de otras capitales, como Roma y Atenas.

Por su parte, el director de la Asociación Internacional de Líneas de Cruceros (CLIA), Alfredo Serrano, destaca el atractivo turístico de la capital catalana y la buena conectividad aérea con Estados Unidos. "Se produce una relación simbiótica. Los cruceros empezaron a ir a Barcelona, esto mejoró la conectividad con Norteamérica, lo cual ha hecho que vinieran más americanos y las aerolíneas a abrir más y más rutas", explica en declaraciones a la ACN. Además, Serrano pronostica que con la futura ampliación del aeropuerto del Prat se podría repetir el fenómeno con Oriente Medio.

Ritmo de crecimiento inferior en 2024

El año pasado, sin embargo, la infraestructura registró un ritmo de crecimiento inferior respecto tanto a los cinco puertos americanos que tiene por delante, como de su principal perseguidor en Europa: Civitavecchia, el puerto más cercano a la ciudad de Roma. La instalación italiana ha sido la segunda en los últimos años, sumando 3,45 millones de pasajeros el año pasado, a un ritmo de crecimiento anual superior a Barcelona (4,3%). Algunos medios locales italianos se han hecho eco del anuncio de reducción de terminales en la capital catalana y apuntan que esto puede colocar a Civitavecchia como líder del sector a escala europea en el futuro.

De hecho, el director de CLIA apunta el puerto italiano como el principal competidor de Barcelona. "Evidentemente, Roma también es una ciudad con enormes atractivos turísticos", recuerda Serrano, aunque -puntualiza- no tiene la misma conectividad aérea con Estados Unidos que Barcelona.

El ritmo de crecimiento del puerto barcelonés en 2024 también fue inferior respecto a otros puertos. Livorno (Italia), Heraklion (Grecia) o Warnemünde (Rostock, Alemania) registraron incrementos anuales de más del 25%, mientras que sólo una decena de los 40 puertos principales tuvieron menos pasajeros que en 2023.

1,7 millones de movimientos hasta mayo, que se traducen en un millón de visitantes en la ciudad

En cuanto a 2025, la infraestructura catalana está creciendo de forma mucho más destacable que el año pasado, con un 15,7% más de movimientos de pasajeros de cruceros durante los primeros seis meses del año, y ya suma 1,7 millones. Estas cifras, sin embargo, según el Puerto, "no reflejan la cifra real de cruceristas que llegan a la ciudad", que la sitúan en 1.002.077 visitantes en el mismo período, un 12,96% anual más. Este último dato sale de un nuevo sistema de cálculo del Puerto de Barcelona con Turismo de Barcelona, que "homogeneiza" los registros, según explicaron el mes de junio.

El crecimiento de este año, a pesar de ser destacable, no llega a los niveles del conjunto de las Islas Baleares (+29% hasta abril), de los de la provincia de Las Palmas (+63,1% hasta marzo) o de los de la provincia de Santa Cruz de Tenerife (+34,9% hasta junio). La capital catalana está a niveles de crecimiento similares a Palma, e inferiores a puertos como Arrecife y el de la ciudad de Santa Cruz de Tenerife, en las Canarias.

Posible "mejora" de la masificación en Ciutat Vella

El profesor Imbert-Bouchard opina que Barcelona "no puede crecer indefinidamente" en este sector, pero calcula que los efectos del acuerdo Ayuntamiento-Puerto no se notarán de manera inmediata. Y, de hecho, cree que no necesariamente llevará a una reducción de pasajeros, ya que "puede ser efectiva" pero también puede llevar "cruceros más grandes a la larga, que tendrán más capacidad" y así puede que se compense la reducción del número de embarcaciones.

No obstante, valora de manera positiva que se quiera apostar por ser puerto base, ya que puede que haya "una cierta mejora en cuanto a la posible masificación" dada por el desembarco de muchos cruceristas en poco tiempo que transitan sobre todo por Ciutat Vella. Además, en el ámbito económico, "hay un retorno más positivo" al hecho de que los turistas se queden más días. El experto del CETT estima en 230 euros el gasto de quienes salen o llegan a Barcelona, y en 70 euros de quienes están en tránsito –un máximo de 12 horas–.

Así, según él, "el consistorio lo que busca es aplicar un modelo de fiscalidad más elevado para aquel tipo de crucero que sea de escala, que no de puerto base". También, cree, la intervención de la administración municipal busca un impacto positivo "medioambiental", que vendrá acompañado de las navieras que están "apostando por las energías renovables". Según él, hay un trabajo de pedagogía hacia las operadoras para que "entiendan que el modelo de escala no es el más sostenible".

El acuerdo entre el Puerto y el Ayuntamiento prevé derribar tres terminales y construir una nueva con capacidad para atender a 7.000 pasajeros a la vez. Se calcula que la medida disminuirá un 16% la capacidad máxima de la infraestructura dedicada a cruceros, pasando de 37.000 a 31.000 pasajeros máximos al día.

Durante la presentación del acuerdo, el presidente del Puerto, José Alberto Carbonell, puso en valor que la nueva terminal dará prioridad "a cruceros que sean de puerto base y barcos pequeños" porque uno de los principales objetivos de la nueva estrategia es apostar "por la calidad en lugar de la cantidad". En 2024, casi la mitad de los pasajeros en Barcelona (44%) fueron en tránsito –es decir, haciendo escala, pero no empezando ni terminando el viaje en la ciudad– mientras que el resto iniciaron o pusieron punto final a su viaje en la capital catalana como puerto base. El peso de una opción y la otra permanece estable en los últimos 20 años.

En un puerto base, las terminales están más equipadas ya que se debe destinar más espacio a los controles de seguridad, a la facturación de equipaje o a los controles de seguridad. "Por todo ello hace falta una terminal. Por ello, hay que seguir construyendo o permitir o facilitar que se construyan buenas terminales y proteger la conectividad aérea", subraya el director de CLIA, Alfredo Serrano, en declaraciones a la ACN.

El director de la patronal explica que la decisión más importante para una naviera es decidir dónde instala su puerto base. "Evidentemente, debe ser un lugar donde los clientes quieren ir, sean bien recibidos, donde las cosas funcionan bien... y lo que menos busca o lo que les puede hacer huir es que haya incertidumbre de cualquier tipo", detalla sólo unos días después del anuncio de Collboni, aunque Serrano afirma que habla "en general".

Stop Cruceros duda sobre la reducción del número de turistas

La plataforma Stop Cruceros ha criticado el acuerdo entre el Ayuntamiento y el Puerto, ya que creen que no reducirá el número de cruceristas en la ciudad y seguirá teniendo un impacto económico y ecológico negativo para la capital catalana. Además, la entidad dice que priorizar los barcos de post base es priorizar las ventajas económicas, pero creen que son los que más agravan los impactos sociales y ambientales, ya que más pernoctaciones provocan más tensión en el mercado de la vivienda, y más vuelos suponen más contaminación del aire y más emisiones de CO₂.

El director de la patronal ha insistido en ofrecer la colaboración del sector con las autoridades para que les indiquen por dónde deben transcurrir los flujos de cruceristas cuando visitan la ciudad. Por otro lado, Serrano reivindica las medidas que desde el punto de vista ambiental impulsan las navieras como por ejemplo dotar de plantas potabilizadoras de agua a los barcos hasta el punto de ser autosuficientes o la electrificación de los muelles, entre otros.