El científico y divulgador británico Philip Ball ha sido distinguido este martes con el Premio Nat del Museu de Ciències Naturals de Barcelona, un galardón que reconoce a figuras que han redefinido la manera de observar y comunicar la ciencia. El acto, celebrado en el Hivernacle del parque de la Ciutadella, ha servido como punto de partida de la cuarta Bienal Ciudad y Ciencia, que este año despliega actividades simultáneamente en Barcelona, Madrid y, a partir del 29 de noviembre, también en México, coincidiendo con la FIL de Guadalajara.
Ball, nacido en Newport y considerado una de las voces más influyentes de la divulgación científica actual, destaca por su capacidad de hacer asequibles conceptos complejos y por un abordaje transversal que abarca la física cuántica, la biología, la historia, el arte o la música.
Durante la entrega, el teniente de alcaldía Jordi Valls ha reivindicado “el papel transformador de la divulgación científica” y la necesidad de continuar invirtiendo en ciencia para generar oportunidades e impulsar sectores de alto valor añadido. No es casualidad: la Bienal 2025 se centra en la cuántica, un ámbito estratégico para la ciudad, reforzado por infraestructuras como el Barcelona Supercomputing Center, el ICFO o el IFAE.
Una Bienal con 130 actividades y mirada global
Con más de 130 actividades programadas, la Bienal quiere acercar la ciudadanía al impacto de la cuántica en la vida cotidiana y a las cuestiones que plantea de cara al futuro. El programa incluye conversaciones con figuras internacionales como Ignacio Cirac, mesas redondas sobre el riesgo de una nueva brecha tecnológica y espacios de reflexión que combinan física, filosofía, arte y pensamiento.
Vuelve también la Noche de la Ciencia, una de las citas estrella, con monólogos de divulgación, visitas guiadas y propuestas interdisciplinares; y una programación cinematográfica que explora cómo la teoría cuántica ha influido en la narrativa audiovisual.
Un premio con trayectoria
Dotado con 5.000 euros, el Premio Nat reconoce a profesionales o instituciones que han impulsado vocaciones científicas, han enriquecido el conocimiento y han contribuido a la conservación de la naturaleza. Entre los galardonados de ediciones anteriores figuran nombres tan destacados como Frans de Waal, Nalini Nadkarni o Ann Druyan.
El jurado está integrado por figuras de referencia en la comunicación científica, la genética, la neuroeducación, la biología evolutiva y el medio ambiente, entre ellas la periodista Mònica Artigas, la activista Carlota Bruna y el genetista David Bueno.