El Ayuntamiento de Badalona ha iniciado la retirada de las construcciones precarias que ocupaban parte del patio del antiguo instituto B9, un asentamiento de autoconstrucción que se había consolidado a lo largo de los últimos dos años. Menos de dos días después del desalojo, una excavadora ha entrado en el recinto para derribar las barracas, en una actuación que forma parte de un dispositivo más amplio para recuperar y asegurar el espacio.
En paralelo al derribo, el consistorio ha activado diversas medidas urgentes: se han cerrado y sellado todos los puntos de acceso para impedir nuevas ocupaciones, se ha llevado a cabo una desratización del solar y han comenzado las primeras tareas de limpieza en el interior de los edificios del antiguo centro educativo. Los trabajos más delicados, especialmente los que afectan a estructuras con presencia de amianto, quedarán pendientes hasta después de las fiestas de Navidad y se harán con una empresa especializada.
La operación se ha desarrollado este viernes por la mañana mientras, en el exterior del recinto, todavía había personas que habían vivido en el asentamiento. Según fuentes municipales, medio centenar de migrantes continúan concentrados en la plaza situada frente al B9, sin una alternativa habitacional inmediata. La situación se ha tensado por la presencia de la Guardia Urbana, que les ha instado a desalojar también el espacio público.
El desmantelamiento de las barracas pone fin a una ocupación que había generado preocupación por las condiciones de seguridad y salubridad, pero al mismo tiempo abre un nuevo frente social por la falta de soluciones residenciales para las personas afectadas. Desde el Ayuntamiento se asegura que se trabaja con los servicios sociales para abordar cada caso, mientras el futuro del antiguo instituto B9 queda pendiente de un proyecto de rehabilitación o de un nuevo uso para la ciudad.