Katherine Vidondo Valdivia es una joven de 35 años que hace una semana se fugó del Hospital Sagrado Corazón de Martorell, donde estaba ingresada desde febrero.
Katherine se fugó hace una semana, el pasado jueves, 30 de noviembre, en un descuido del personal. Lamentablemente, sin embargo, aún no la han encontrado y su familia empieza a estar muy preocupada por ella, ya que necesita medicación.
La chica padece una enfermedad mental crónica desde hace muchos años, un hecho que ha llevado a su desaparición en numerosas ocasiones, pero solo una vez había estado desaparecida más tiempo que ahora. Acostumbra a reaparecer en dos o tres días, pero ahora ya hace siete días que nadie sabe nada de ella y su madre, Carmen, tiene “mucho miedo”, según explica a ‘Telecinco’.
Katherine tiene un alto porcentaje de discapacidad y es una persona “muy vulnerable”. Hace una semana que no se medica y Carmen tiene miedo de que se repita lo que pasó en 2015, cuando desapareció durante cinco meses. Cuando por fin la encontraron, estaba “en muy mal estado”, y la familia no quiere que se vuelva a repetir.
La enfermedad de Katherine la empuja a frecuentar lugares y entornos “marginales” donde “se mueve droga”, y eso preocupa aún más a su familia. Además, la mujer tiene un hijo, un hecho que complica aún más la situación.
Los Mossos investigan la desaparición
Carmen explica que Katherine fue ingresada el pasado mes de febrero. Primeramente estaba en otro centro, pero la saturación del centro con muchos pacientes hizo que la familia decidiera trasladarla al Sagrado Corazón de Martorell, donde creen que los enfermos tienen menos vigilancia que en el anterior.
Este hecho siempre les había preocupado por una posible fuga, pero Carmen asegura que “pensaba que no llegaría a pasar”. Ahora, las autoridades investigan dónde podría haber ido a parar la mujer.
Los Mossos d'Esquadra han abierto una investigación para determinar la cronología de los hechos. Cuentan con la hipótesis de la madre de la chica de que la fuga podría haber sido planeada con otra persona, un amigo de Katherine.
Esto la tranquiliza porque significaría que la joven no está sola, pero tampoco está segura de que esta creencia sea cierta y por eso pide toda la ayuda posible para encontrarla. El hecho de que Katherine tenga muy buenas habilidades para conocer y relacionarse con otra gente hace que siempre quede la duda de que pueda haber conocido a otras personas y las hubiera convencido para ayudarla a huir.
Con todo, la policía catalana califica el caso de “desaparición voluntaria”, una calificación contraria a lo que defiende la asociación SOS Desaparecidos, que cree que la desaparición de una persona con una enfermedad mental no puede considerarse nunca voluntaria, ya que intervienen factores ajenos a la voluntad de la persona afectada.
De hecho, la misma asociación también ha activado una alerta para tratar de encontrar a la joven, y Carmen ha pedido a todo el mundo que la encuentre o crea tener alguna pista de ella que se ponga en contacto con las autoridades.
Katherine mide 1,60 m de altura y pesa unos 95 kg, con una complexión corpulenta. Tiene el pelo castaño y los ojos marrones. Cuando se la vio por última vez en el hospital, llevaba unos vaqueros negros, una sudadera gris y unas zapatillas deportivas negras.
En caso de que alguien tenga información sobre su posible ubicación, pueden contactar con la asociación SOS Desaparecidos en los números 649 952 957 y 617 126 909, además del número oficial de emergencias (112).
