El comú de Sant Julià de Lòria ha aprobado el presupuesto del 2026, de 24,08 millones de euros, con los votos de la mayoría y la abstención de la minoría, que lo considera poco prudente en un contexto económico incierto. El presupuesto "equilibrado" prevé un incremento notable del gasto, especialmente en personal e inversiones, que el cónsul mayor, Cerni Cairat, justifica por la necesidad de reforzar servicios esenciales, mejorar infraestructuras, impulsar proyectos de energías renovables, avanzar en la nueva deixalleria y estudiar nuevos aparcamientos públicos.
La minoría, si bien reconoce algunas actuaciones previstas, critica la falta de contención y de proyectos más concretos en ámbitos como el comercio, el transporte público y la sostenibilidad, mientras que el común defiende que la planificación permitirá cerrar el mandato con un endeudamiento controlado del 74% y un incremento global del gasto del 17,83%, por salarios y grandes inversiones.
El consejero de la minoría, Josep Majoral, justifica la abstención de su grupo porque considera que es un presupuesto "de mero trámite, sin un proyecto claro de parroquia ni inversiones concretas" en ámbitos como la lucha contra el cambio climático. Majoral defiende que el contexto económico obliga a presupuestos de contención ante una posible bajada futura de los ingresos, especialmente los vinculados a la construcción. Incluso, ha alertado que está "plenamente convencido" de que en dos años habrá una crisis económica que provocará "una bajada de los ingresos".
Por su parte, Cairat defiende que el presupuesto sí que tiene "proyecto y ambición", con inversiones en espacio público, red de agua, infraestructuras viarias, vivienda, enseñanza superior y la reforma integral del Centro Cultural, que se prevé reabrir el primer semestre de 2026. Cairat admite el debate sobre el modelo de crecimiento del país, pero sostiene que esto no puede implicar "dejar de garantizar servicios públicos de calidad" ni frenar las "inversiones necesarias para el desarrollo de la parroquia".
En respuesta a las críticas, Cairat ha recordado que durante la legislatura anterior, cuando gobernaba la minoría, las placas solares del Centro Cultural nunca se utilizaron y tampoco se instalaron correctamente. Además, ante la cuestión de la dinamización del comercio, el cónsul ha anunciado que "el presupuesto prevé una partida de estudio y ejecución" de un nuevo aparcamiento y ha reiterado las "pequeñas acciones" que el común hace para activar el comercio durante ferias.
En cuanto al gasto, el presupuesto destina 15,35 millones de euros a gasto corriente, un incremento del 7,42%, y 7,36 millones a inversiones, con un aumento destacable del 62,93% que responde a las obras de mejora del Centro Cultural o de la red de agua. Uno de los capítulos que más crece es el de personal, que se eleva hasta los 7,04 millones de euros (+7,11%), principalmente por la actualización salarial según el IPC, nuevas contrataciones y la implementación progresiva del nuevo organigrama. El cónsul mayor defiende que este aumento responde a carencias estructurales acumuladas, especialmente en departamentos como Circulación, limpieza, aguas o vía pública, y subraya que las mejoras salariales se centran sobre todo en las franjas más bajas para hacer atractivas las plazas y retener talento.
En el ámbito de las inversiones, el presupuesto incluye actuaciones en la mejora de la red de agua potable, con una partida de un millón de euros, infraestructuras viarias como la mejora de la curva del canal de Fontanelles en la carretera de la Rabassa, rehabilitación de edificios comunales y proyectos de vivienda como los pisos tutelados. También se prevén partidas vinculadas a la enseñanza superior y la investigación, con la financiación para la adquisición de la antigua Casta, que el Gobierno prevé empezar a intervenir a finales de 2026, en coherencia con el objetivo de convertir la parroquia en un polo de conocimiento.
En el capítulo de ingresos, el presupuesto prevé un incremento moderado, con un aumento de los impuestos directos asociados principalmente a la actividad constructiva, aunque la minoría alerta de que este modelo no es sostenible a medio plazo.
Concurso para la construcción de la nueva deyección
Dentro del presupuesto también está incluido el alquiler del terreno donde se edificará la nueva deixalleria comunal, la cual se prevé que para el primer trimestre del año 2026 se saque a concurso la construcción y esté operativa para finales del 2027. Tal como ha avanzado el cónsul mayor, el terreno permitirá también la construcción de un almacén que se estima que puede "generar un ahorro de 120.000 euros", ya que actualmente hay edificios que están alquilados por el común que se utilizan de almacén.
Hogar de Lòria e incremento del coste del menú
Durante el consejo de común se ha aprobado por unanimidad la reorganización de los precios públicos del Hogar de la Tercera Edad, con una subida del 14,8%, que, según critica la minoría, a pesar de haber votado a favor, si se suma a la actualización previa del IPC sitúa el aumento acumulado en torno al 20%, un incremento que no puede afectar a los usuarios que "más lo necesitan". Sin embargo, la consejera de Asuntos Sociales, Eva Ramos, ha defendido que el aumento de un euro responde al "incremento de la calidad del producto y del servicio" con la contratación de una cocinera y una dietista, reiterando el compromiso de mantener el Hogar como un recurso esencial para las personas mayores de la parroquia.
