El mercat de la vall de Andorra la Vella ha cerrado este sábado la décima edición, poniendo punto final a la temporada de este año. Con una treintena de puestos y la participación de los comercios locales del centro histórico, una de las novedades de este año, la muestra ha vuelto a dinamizar la zona durante cada primer sábado de mes, entre mayo y octubre, ofreciendo artesanía creativa, arte y productos agroalimentarios.

Otra de las novedades ha sido la creación del mercado del valle de los pequeños, que ha completado una propuesta que ha reforzado la vitalidad comercial y cultural de la zona. Los niños han podido jugar a ser paradistas y, a la vez, han podido divertirse con los juegos de madera. Los visitantes también han podido disfrutar de exhibiciones de artistas y creadores del país con el objetivo de promover sus actividades y favorecer la visibilidad del talento local.
La iniciativa se celebra por décimo año consecutivo con la voluntad de ofrecer un atractivo añadido para la zona y, a la vez, dar a conocer la actividad de los productores, artistas y artesanos del país. El mercat de la vall nació en septiembre de 2016 con el objetivo de dinamizar el centro histórico.
