Escribano denuncia al Comú de Andorra la Vella por el pago de trabajos realizados sin contrato

El antiguo director de la Temporada Morabanc de Andorra la Vella reclama la retribución por las tareas profesionales que continuó haciendo una vez cesado

26 de noviembre de 2025 a las 08:42h
Actualizado: 26 de noviembre de 2025 a las 08:49h
Marsol y Escribano en la presentación de una de las Temporadas que dirigió / Tony Lara - Comú d'Andorra la Vella
Marsol y Escribano en la presentación de una de las Temporadas que dirigió / Tony Lara - Comú d'Andorra la Vella

El antiguo director de la Temporada MoraBanc de Andorra la Vella, Josep Maria Escribano, ha presentado una denuncia contra el Comú de Andorra la Vella después de que la corporación no le abonara unas facturas vinculadas a gestiones que habría realizado para la programación artística del 2023-2024.

Escribano —que dirigió la temporada de música y danza de la capital durante treinta años— quedó cesado automáticamente al finalizar el mandato del excónsul mayor David Astrié, tal como establece el régimen de los cargos de confianza del Comú. Con la entrada de la nueva mayoría, Escribano inició conversaciones para reincorporarse y continuar al frente de la programación cultural. Estas negociaciones se alargaron varias semanas y, durante este período, el director artístico continuó haciendo gestiones para contactar músicos, cerrar propuestas y avanzar la temporada 2023-24, aunque todavía no disponía de un permiso explícito ni de un contrato formalizado por parte del Comú.

La mayoría comunal, que trabajaba en un nuevo modelo de temporada, acabó descartando su reincorporación, lo que cerró definitivamente la puerta a un acuerdo. El quiebre se produjo en paralelo a la propuesta de una retribución inferior a la que Escribano había percibido históricamente, un punto que había generado tensión pública y declaraciones cruzadas entre el Comú y el exdirector artístico.

Tras descartarse su continuidad, Escribano presentó una factura al Comú por las gestiones y contactos que asegura haber llevado a cabo durante las semanas de negociación. Según fuentes consultadas, estas tareas se referirían a trabajo previo habitual en la preparación de la temporada: propuestas artísticas, negociación de agendas y preacuerdos con músicos y compañías.

El Comú, sin embargo, no reconoció estas horas como trabajo computable, alegando que Escribano no tenía contrato vigente, no era cargo de confianza y no disponía de autorización formal para ejercer funciones en nombre de la corporación.

Ante la negativa de la corporación a liquidar las facturas, Escribano ha decidido llevar el caso a los tribunales. Será ahora la Alcaldía quien deberá determinar si las gestiones realizadas durante el periodo de negociación constituyen un servicio efectivo prestado al Común o si, como defiende la corporación, no eran responsabilidad suya ni contaban con mandato administrativo.

El conflicto se añade a la polémica ya existente sobre el final de la relación entre Escribano y el Comú, que desembocó en su salida tras tres décadas dirigiendo la temporada. La resolución judicial podría sentar un precedente sobre el papel y los límites de los cargos de confianza una vez finalizado el mandato político que los ampara.

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Adrià Miró
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