Tortosa coloca una losa del recuerdo al alcalde republicano, Josep Rodríguez, fusilado por el régimen franquista

Se descubre una placa conmemorativa en la casa natal de Jacint Arbona Fontcuberta

16 de noviembre de 2025 a las 18:13h
Actualizado: 16 de noviembre de 2025 a las 20:58h

Este domingo se han celebrado los 87 años del fin de la cruenta Batalla del Ebro de la Guerra Civil que duró 115 días. El Ayuntamiento de Tortosa, desde el área de la recuperación de la memoria histórica, ha hecho una apuesta decidida por actualizar la señalética y adaptarla a la de la red del Memorial Democrático de la Generalitat de Catalunya y del COMEBE. Es por ello que, durante este último año, se ha renovado la señalización del Refugio Antiaéreo Número 4 de la C/ Ernest Hemingway, de acuerdo con la normativa y también se ha instalado un monolito de homenaje al alcalde republicano fusilado por el franquismo en Tarragona, Josep Rodríguez, en la plaza de Sant Jaume, justo delante de la que había sido su casa natal. 

Este domingo se ha realizado una visita guiada a la Tortosa bombardeada a cargo de la empresa turística Terra Enllà, especializada en la materia de la Guerra Civil. La ruta se ha iniciado en la plaza de la Immaculada, el lugar donde había estado la antigua plaza de toros y que se derribó después de los estragos de la Guerra Civil. A continuación, se ha visitado la que fue la casa natal de Jacint Arbona Fontcuberta, en el barrio de Remolins, también fusilado en Tarragona el 8 de agosto de 1939. Arbona era un campesino y guarda forestal de Tortosa, de ideología de izquierdas. Durante la Guerra Civil hizo de vigilante en el comité revolucionario y también en el ejército republicano. En enero de 1939 fue detenido y encarcelado preventivamente en la prisión del convento de la Puríssima. El 8 de mayo de 1939 fue condenado a muerte en un consejo de guerra sumarísimo y, el 8 de agosto, lo fusilaron en la montaña de l'Oliva de Tarragona.

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El caso de Arbona se suma al de otros tortosinos que se homenajearon los últimos dos años también con la colocación de placas conmemorativas del Memorial Democràtic en las fachadas de sus casas natales, como es el caso del periodista, Sebastià Campos Terré; el médico y cirujano, Primitiu Sabaté; el chófer, Joaquim Cid o el mismo alcalde republicano, Josep Rodríguez.

La ruta ha finalizado en el Pont Roig, donde se ha descubierto un nuevo monolito conmemorativo sobre los bombardeos de la Guerra Civil que arrasaron la ciudad. El panel consta de tres fotografías: el Pont Roig (antiguo puente del tren) dinamitado por los republicanos, la imagen aérea de los bombardeos sobre Tortosa y la C/Argentina, después del bombardeo. Allí se narra la historia de aquella atrocidad con 80 ataques aéreos de la aviación alemana e italiana que dejaron 119 víctimas mortales, según los últimos estudios realizados sobre el coste humano de la guerra. Por otro lado, se explica la estrategia militar franquista de destruir los puentes y cortar las vías de comunicación que culminaron con el Viernes Santo, Viernes de Sangre del 15 de abril de 1938, en el que hubo doce ataques aéreos con más de 54 toneladas de bombas lanzadas sobre la ciudad. Habiendo caído en Tortosa más bombas que en la ciudad de Guernica y con miles de viviendas dañadas, barrios desaparecidos bajo los escombros... que tardaron casi veinte años en reconstruirse de nuevo.

En la placa también hay un artículo del diario Lluita, del PSUC y la UGT, que se titula “Tortosa, por segunda vez, ha sido bombardeada por los corsarios de la aviación fascista” y que cuenta también con un destacado donde se puede leer: “Muy poco debieron pensar los piratas del cielo, que las bombas lanzadas desde sus monstruos de muerte acabarían con unos niños inocentes. ¡Criminales!”. Haciendo referencia a Dolors y Tomàs Panisello, unos niños de 2 y 6 años que murieron en este bombardeo.

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El consistorio ha informado también de que se ha retirado una placa conmemorativa “a las víctimas de los bombardeos de Tortosa de 1937-1939” que había en la columna del Pont Roig y que había inaugurado la entonces vicepresidenta del Govern de la Generalitat, Joana Ortega. Han argumentado esta decisión indicando que la placa era poco visible y no explicaba qué bando era el autor de los bombardeos. No obstante, los historiadores siempre defienden que el pasado es inborrable y que las placas, a pesar de quedar anticuadas o no cumplir aún con la normativa vigente del Memorial, convendría mantenerlas. Este hecho se suma a la polémica de la placa, también borrada, que recordaba a la ciudadanía que la Iglesia del Roser actual es una obra de la autodenominada reconstrucción de Regiones Devastadas. Porque las generaciones futuras deben conocer de dónde vienen para evitar repetir los errores en un futuro, como recuerda el alcalde de Tortosa, Jordi Jordan, en unos momentos en que el ambiente está muy marcado por el auge de la extrema derecha.

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El acto ha finalizado en la plaza del Ayuntamiento, donde se ha descubierto una Llamborda de la Memoria en homenaje al alcalde republicano fusilado, Josep Rodríguez, que se ha instalado en el pavimento de la puerta de la casa consistorial y que ha sido una iniciativa de la Associació de Víctimes del Franquisme de Tarragona. La Asociación ya ha homenajeado a un total de 7 víctimas, de las cuales 4 eran alcaldes. Finalmente, se ha hecho una ofrenda floral con claveles rojos delante del nuevo espacio conmemorativo.

 

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Irene López
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