Protección Civil ha cerrado la fase de alerta del plan de emergencias por inundaciones, Inuncat, una vez finalizado el episodio de precipitaciones intensas en la zona sur del país, especialmente en las Tierras del Ebro. Durante el temporal, el teléfono 112 ha recibido 135 llamadas, y los Bomberos 44 avisos, mayoritariamente por acumulación de agua en la vía y por alguna inundación o desprendimiento. El Servicio Meteorológico de Cataluña (SMC) prevé que durante las próximas horas seguirá lloviendo en algunas de las zonas afectadas, pero con menor intensidad. Hasta ahora, Amposta ha sido el lugar donde más ha llovido, con 303,4 litros de agua por metro cuadrado. El plan Inuncat se mantiene, así, en la fase de prealerta.
A lo largo del episodio se han enviado tres alertas de Protección Civil a los teléfonos móviles de las zonas afectadas por las lluvias. El primero ayer al mediodía informando de las previsiones y medidas de autoprotección; el segundo esta mañana, para informar del cierre de los centros escolares, y el último este mediodía, para indicar que la situación mejoraba y mañana ya se podrán retomar las clases.
En cuanto a las llamadas al teléfono de emergencias 112, las 135 que ha recibido han generado 116 expedientes. El grueso de llamadas se ha recibido en la comarca del Montsià (63) y Baix Ebre (37).
En el caso de los servicios, en las comarcas de las Tierras del Ebro, durante la pasada noche y hasta las siete de la tarde, los Bomberos han atendido 44 avisos relacionados con la lluvia. Los avisos recibidos han afectado sobre todo al municipio de Amposta, donde se han registrado una docena.
El Servicio Catalán de Tráfico (SCT) ha informado de que, a estas horas, ya no quedan carreteras afectadas por las lluvias. La última vía que se ha abierto ha sido la TV-3314, a las siete de la tarde, que estaba cortada entre Godall y Ulldecona.
En cuanto al suministro eléctrico, Protección Civil informa de que la situación está "prácticamente normalizada". Ahora mismo hay más de una docena de operarios trabajando para acabar de resolver los últimos incidentes pendientes.