Una investigación de la URV propone soluciones de transporte público para el turismo en el Delta del Ebro

El estudio propone crear un nuevo servicio de bus circular en el Delta, diseñado específicamente por los turistas

06 de agosto de 2025 a las 09:29h

La creciente preocupación por la crisis climática ha impulsado a las Naciones Unidas a fijar el objetivo de emisiones neutras de carbono para 2050, incluyendo la descarbonización del turismo y el transporte. Este desafío es particularmente complejo en destinos rurales y naturales, que a menudo presentan una baja densidad de demanda turística, infraestructuras de transporte limitadas y una dependencia elevada del vehículo privado.

En Cataluña, el Delta del Ebro es un ejemplo claro de esta problemática, ya que los turistas han priorizado el uso del coche para explorarlo. Esta dependencia no solo contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero, sino que también genera problemas como el deterioro del medio o la masificación en zonas de capacidad limitada, factores que afectan directamente a las especies del Delta.

Para hacer frente a estas externalidades negativas y promover una transición hacia una movilidad más sostenible, investigadores del Grupo de Análisis Territorial y Estudios Turísticos de la URV han desarrollado una metodología para diseñar políticas de transporte alternativas en zonas rurales. El estudio, con el Delta del Ebro como caso práctico, ofrece una metodología extrapolable a otros destinos que busquen un sistema de transporte público orientado al turista.

La playa de la Marquesa se llena de coches durante la temporada alta.

Para desarrollarla utilizaron una base de datos de patrones de viaje de los turistas, recopilada mediante sistemas de información geográfica (SIG). Estas herramientas les permitieron captar y gestionar un volumen importante de datos para identificar las pautas de movilidad, la duración y ubicación de las paradas y las rutas más frecuentadas por cada perfil de visitantes.

También incorporaron una recopilación de los puntos de interés destacados en las guías turísticas y un inventario de aparcamientos, planificados y espontáneos, alrededor de las localizaciones más atractivas. Además, el análisis tuvo en cuenta el estado de la red de transporte público existente, con la ubicación de paradas y estaciones y las frecuencias de los servicios de autobús y tren.

De esta manera, el equipo investigador ha podido corroborar que el diseño de las líneas de transporte público del Delta no es adecuado para las necesidades de los turistas y que las opciones de desplazarse en transporte público desde los centros urbanos a los lugares de interés son muy limitadas.

"Las líneas actuales solo comunican los dos núcleos urbanos principales con seis pueblos del Delta; esto provoca dificultades para visitar las zonas menos pobladas y los focos de interés fuera de las áreas urbanas", señala Aaron Gutiérrez del Departamento de Geografía, investigador principal del proyecto y coautor de la investigación.

Este hecho aboca a los visitantes a desplazarse en coche y provoca la proliferación de aparcamientos espontáneos alrededor de las zonas de más interés, con todos los perjuicios que la presencia de tráfico rodado provoca en el ecosistema delicado —y protegido— del Delta.

Para revertir esta tendencia, los autores de la investigación proponen acciones concretas para mejorar la red de transporte público del Delta, diseñadas mediante la metodología desarrollada en esta investigación.

La primera, crear un nuevo servicio de bus circular diseñado específicamente para los turistas. Se trata de una línea que conectaría las zonas más concurridas con los principales lugares de alojamiento y los centros de transporte, y que permitiría a los usuarios subir y bajar en varias paradas, facilitando la visita a múltiples puntos de interés en un solo día.

"También se integraría con la red de carriles bici existente, para fomentar sinergias entre buses y bicicleta. El hecho de que puedan ser autobuses descapotables ofrecería una experiencia atractiva que podría incrementar su demanda, y así reducir el uso del automóvil en la zona", explica Gutiérrez.

La segunda iniciativa pasa por mejorar las líneas regulares que ya existen y por hacerlas compatibles con las necesidades de los turistas, sin que dejen de ser atractivas para los residentes, aumentando las frecuencias y abriendo líneas con paradas nuevas. ¿La finalidad? Ofrecer alternativas realistas a los visitantes que preferirían no conducir en una zona desconocida.

La investigación, publicada en un artículo en el International Journal of Tourism Research, pone en valor la planificación estratégica para la sostenibilidad en entornos delicados como el Delta del Ebro que son, a la vez, un activo turístico.

No obstante, los investigadores señalan que será necesaria una amplia colaboración entre los diversos actores locales, incluyendo autoridades públicas, operadores turísticos y de transporte, gestores del Parque y comunidades, para evaluar la viabilidad de las propuestas y, en su caso, implementarlas.