Esta mañana, el alcalde de Tortosa, Jordi Jordan; la concejala de Cultura, Mar Lleixà; el concejal de Obras Públicas, Jaume Bel y el presidente, Joan Sabaté, y otros miembros de la junta de la Associació de Veïns de Remolins han visitado las obras que el Ayuntamiento está llevando a cabo en el Balneari d’en Porcar. De entrada, se tuvo que actuar de urgencia en el pabellón con la galería de arcos apuntados por peligro de derrumbe de la fachada. El concejal de Obras Públicas, Jaume Bel, nos explica que “se trata de un edificio de obra cerámica que ya no tenía el tejado original porque se había derrumbado y tenía vigas de madera. Dentro, nos encontramos que habían acabado creciendo unos árboles y que, con sus raíces, estaban empujando la fachada frontal hacia afuera con un elevado riesgo de que esta acabara precipitándose”. Así pues, para evitar que cayera, montaron unos tirantes en la parte exterior para conseguir que volviera a su nivel original y recuperara la verticalidad. Un trabajo muy complejo y delicado porque era muy posible que hubiera acabado cayendo. Una vez recuperada, pues, se actuó en la cubierta haciendo una nueva de teja y un falso techo de yeso. La galería de arcos apuntados se ha reforzado con unas carpinterías de hierro y cristales y ahora se están haciendo los recogedores de las ventanas y los revoques de las columnas. Falta todavía el pavimento, las carpinterías y detalles de la cubierta. Después, todavía se hará una segunda fase con la construcción de una acera exterior que servirá para canalizar las aguas pluviales y, así, protegerán el subsuelo y los cimientos, con la voluntad de acabar convirtiendo todo el espacio exterior del complejo del balneario en una calle que una, nuevamente, el barrio de Remolins con el call judío, con la unión de la calle Cavaller de Gràcia con la zona del call.
Este pabellón comenzó a ejecutarse antes de que el Govern de la Generalitat anunciara el traslado del Arxiu Comarcal y, por lo tanto, no se sabía exactamente a qué se destinaría. Cuando esté finalizado podrá ser una sala polivalente y diáfana para usos múltiples como, por ejemplo, acoger exposiciones, conferencias o presentaciones de libros, entre otros, y estar integrado dentro del mismo complejo futuro del Arxiu Comarcal. Las obras han corrido a cargo de Concreto Obres, han afectado una superficie total de 163 metros cuadrados y han tenido un coste total de 342.000€, con una subvención de 160.000€ por parte del departamento de Cultura de la Generalitat de Catalunya.
Por su parte, el alcalde de Tortosa, Jordi Jordan, ha explicado que el Ayuntamiento de Tortosa ha recibido una subvención por parte de la Oficina de Soporte a la Iniciativa Cultural (OSIC) del departamento de Cultura de 343.817€ para llevar a cabo las excavaciones arqueológicas en los terrenos del antiguo Balneario de en Porcar, previas a la construcción de la nueva sede del Archivo Comarcal del Baix Ebre que, hasta ahora, había estado ubicado en el colegio de St. Jaume y Sant Maties, del conjunto de edificios que conforman los Reales Colegios.
Así pues, las obras se licitarán a partir del año que viene y tendrán una afectación de 300 metros cuadrados, con un nivel de cota de entre 3 y 4 metros de profundidad. Una actuación que, según Jordan, “quiere garantizar la documentación y preservación del patrimonio arqueológico potencialmente afectado y, al mismo tiempo, permitir la compatibilidad entre la nueva construcción y la conservación del valor histórico del espacio”. Un patrimonio que mezcla el pasado de la ciudad amurallada medieval, con restos de la Tortosa romana y su pasado judío y andalusí. De hecho, no es casual que en este emplazamiento el anterior gobierno hubiera planteado la creación del centro de las 3 culturas, aún hoy inexistente, como punto neurálgico de confluencia. Ahora bien, hay que recordar también que aquellas obras se tuvieron que interrumpir a raíz de la aparición de unas tumbas de época andalusina que podrían haber sido otro de los cementerios de la población. Este espacio, actualmente, está tapado con grava, después de haberlo acordado con la Comisión de Patrimonio, y se podría reabrir si fuera necesario. Con todo, sin embargo, los trabajos de esta nueva excavación serán de unos tres meses y, cuando finalicen, será el departamento de Cultura de la Generalitat quien, entonces, se encargará de llevar adelante que han de permitir rehabilitar y recuperar la Torre del Rellotge del antiguo balneario, así como acabar determinando cuál será el futuro de las antiguas dependencias de los huéspedes del balneario y de su personal, unos edificios que también se encuentran parcialmente en ruinas y que, durante años, habían estado haciendo funciones de almacén municipal de la brigada. Las obras tendrán una duración aproximada de unos tres años. También faltará actuar en la recuperación del túnel que une los Jardines del Príncipe con el balneario, así como las escaleras de acceso a la zona de aguas y termas, actualmente, no adaptadas a las normativas vigentes de accesibilidad.
El complejo del antiguo Balneario de en Porcar es un conjunto modernista de finales del siglo XIX que había constado de estancias, comedor, cafetería, casino, teatro, baños termales de aguas ferruginosas, sala de gimnasio, unos jardines botánicos y dependencias para los propietarios y para el personal. La mayor parte de estos espacios desaparecieron fruto de incendios y derribos. Todo lo que queda en pie está catalogado como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN) y, una parte, ya fue recuperado en los años 90 en el complejo turístico de los Jardines del Príncipe.