Las nuevas restricciones de velocidad en la autopista AP-7 en el tramo del Ebro ya han entrado en vigor. Desde ayer, los camiones tienen la velocidad máxima limitada a 80 km/h y los turismos a 100 km/h en el tramo que se extiende entre Calafat y Amposta, en sentido sur. Esta medida, anunciada por el Govern a finales de noviembre, se ha adelantado antes de la operación salida del puente de la Constitución, tal como han confirmado fuentes del Servei Català de Trànsit (SCT).
Inicialmente, la consellera de Interior, Núria Parlon, había indicado que las restricciones se aplicarían un mes después, pero su implementación ha sido acelerada con la finalización de la instalación de las señales verticales que indican la nueva limitación. Esta medida se ha adoptado tras varios accidentes en el tramo, incluido uno de un camión cisterna en l'Ampolla, que provocó un caos circulatorio. También se ha producido un siniestro mortal reciente entre tres camiones, que generó más preocupación por el tráfico de esta zona.
Tranvía afectado y objetivos de la medida
El tramo afectado por el nuevo límite de velocidad va desde el punto kilométrico 288, en Calafat (Ametlla de Mar), hasta el punto kilométrico 332, en Amposta. La medida afecta solo al sentido sur, un tramo que presenta dificultades para los vehículos pesados, ya que la bajada hace más complicadas las frenadas. Esta zona es también donde se producen la mayoría de accidentes graves, según datos de Trànsit
La reducción de la velocidad forma parte de un plan de choque implementado por el Gobierno para reducir la siniestralidad en este tramo, donde este año ya han muerto 15 personas, un aumento significativo respecto a los 7 fallecidos del año anterior. Además de la nueva restricción de velocidad, el plan incluye nuevos coches radar, más controles e inspecciones, y formación específica para camioneros extranjeros.
Críticas al movimiento vecinal
El movimiento vecinal "Mai més peatges" ha expresado sus críticas a la medida, asegurando que esta solo sirve para ocultar la falta de inversiones en seguridad en la autopista. El portavoz del movimiento, Llorenç Navarro, ha afirmado que la medida es una manera de “pasar la culpa” a la ciudadanía, cuando el problema real es la “negligencia política” y la falta de inversión en mejoras de seguridad.
El movimiento ha recordado la necesidad urgente de construir un tercer carril en la autopista, así como de mejorar la N-340, y ha destacado que las vallas de seguridad actuales están “obsoletas”. Además, han subrayado que la entrada en vigor de la medida coincide con el inicio de la operación salida, lo que según ellos parece una medida para "curarse en salud" antes de un momento de máxima afluencia
Finalmente, Navarro ha criticado también la falta de protocolos efectivos en caso de accidente y ha recordado que “a nosotros nos obligarán a ponernos lucecitas”, mientras que no se han tomado medidas similares para las condiciones de seguridad de los vehículos pesados.
