El burro catalán, un aliado en la prevención de incendios forestales

La Diputación de Barcelona impulsa una prueba piloto para incorporar este animal en la limpieza del sotobosque en urbanizaciones del ámbito metropolitano

08 de agosto de 2025 a las 08:07h

 Xavier Barceló y Teresa Fainé son los propietarios de una finca de 300 hectáreas en Rupit (Osona) y se dedican a la cría del burro catalán, un animal en peligro de extinción. Tienen una veintena que se encargan de mantener limpio el sotobosque de una parte del terreno.

Una práctica que ahora la Diputación de Barcelona quiere extender con un doble objetivo: evitar la desaparición del burro catalán y convertirlo en un aliado en la prevención de incendios forestales. Por ello, el año que viene comenzará una prueba piloto para introducir este animal en urbanizaciones del ámbito metropolitano para que ayuden a mantener limpias las franjas de protección. "Es lo que más cuesta y el burro puede ser fundamental", explica el diputado de Prevención de Incendios y Gestión Forestal, Jordi Fàbrega.

La Diputación de Barcelona destinará este año 15.000 euros a las asociaciones de propietarios forestales para que empiecen a introducir el burro catalán en la limpieza de sotobosque de fincas privadas. Además, comenzará una prueba piloto para incorporar este animal en urbanizaciones del ámbito metropolitano. "Solo en este entorno, hay más de 1.500 urbanizaciones con peligro de incendio y este animal puede ser fundamental para el futuro del país", subraya el diputado de Prevención de Incendios y Gestión Forestal, Jordi Fàbrega.

En los últimos años, la falta de gestión y el despoblamiento de las zonas rurales han multiplicado la masa forestal, y mantener limpio el sotobosque se ha convertido en una necesidad urgente ante la amenaza creciente de los incendios. En Rupit, Xavier Barceló y Teresa Fainé hace años que introdujeron el burro catalán en su finca para mantener limpio el sotobosque.

Según Barceló, una vez que se han hecho clareos en el bosque, la opción de poner animales que se coman los arbustos que crecen es más viable que contratar una brigada de limpieza para mantener el bosque "a raya". Además, explica que optaron por los burros porque son animales fáciles de controlar y sus características lo hacen "ideal" para este trabajo: "Es un animal grande que tiene dientes arriba y abajo y que abre caminos. Es como una segadora, a diferencia de los animales rumiantes como las ovejas o las vacas", destaca.

Por su parte, Teresa Fainé, que es bióloga, subraya que disminuir la densidad del bosque con burros también tiene otros efectos de mejora en la finca. "Los burros abren claros que hacen aumentar la biodiversidad con la entrada de nuevos insectos y reptiles. Además, como hay menos sotobosque absorbiendo el agua de las lluvias, hay más agua que va a parar al río", explica.

SALVAR UNA ESPECIE EN PELIGRO DE EXTINCIÓN

Pero más allá de su valor práctico, el burro catalán también es importante desde el punto de vista patrimonial: la población de asnos catalanes hace años que no para de disminuir y la supervivencia de la especie en Cataluña es incierta.

El presidente de la Asociación del Fomento de la Raza Asina Catalana, Joan Gassó, asegura que tienen registrados alrededor de 350 ejemplares. Y las cifras sitúan esta especie, autóctona y emblemática, en peligro de extinción en Cataluña. Con esta medida, el objetivo de la Diputación de Barcelona es llegar a los 1.000 ejemplares para garantizar que la especie no desaparezca. "Podemos salvar delfines, ballenas, lo que quieras, pero el burro catalán está bajo mínimos. Si no nos apresuramos, desaparecerán", lamenta Gassó.

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